Coincido en la decisión de implementar pensión al adulto mayor, aunque muchos eligen la informalidad que evita los retos de tener empleo: jefes, horarios, tareas, capacitación, compañeros, etc., que es de 50%, e impide el beneficio de pensión y atención médica, que impiden el bienestar social.

Mientras hay personas que por contrato laboral se pensionan con $60 mil y hasta cien mil al mes, a los que se suma un grupo de burocracia dorado con pensión de cuantía y otros beneficios, la gran mayoría tiene pensión menor de $10 mil al mes.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo señala que, en 2022 residían 18 millones de personas de 60 años y más (14% de la población) 49% de las personas ocupadas de 60 años y más laboran por cuenta propia, trabajadores subordinados y remunerados, 38%.  Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), adultos mayores en informalidad en promedio generan $60 pesos al día y quien tiene trabajo remunerado llega a obtener $7 mil mensuales.

Hay adultos mayores que por alguna condición no pueden trabajar y viven de su pensión o de lo que su familia le aporte. Por reducción de sus capacidades físicas, retiro del mercado laboral, cuestiones de salud o educación, el adulto mayor está expuesto a vivir en situación de pobreza, lo que condiciona su accesio a servicios básicos. La atención médica se vuelve insostenible.

¿Adónde vivir? Las residencias son alternativa de cuidado y atención, ¿Costo? En estancia de lujo, alimentación, recreación y servicio de salud, de 20 a $95 mil mensuales, solo para clase alta. Quien no puede pagarlo, ocupa espacios con menos comodidad, están por necesidad y la pensión que reciben pasa directo a las casas de retiro. Pocos tienen salud e independencia para estar en su casa, solos.

La Hora 25: El Sistema DIF Estatal dispone de asilos de ancianos en 7 ciudades bajo estudio socioeconómico y cuota de recuperación. Ofrece alimentación, actividad recreativa, ejercicio, asistencia médica y de enfermería con hospitalización. Se brinda a mayores de 60 años en vulnerabilidad, (abandono, extravío, incapacidad, con desintegración familiar y abandono social), un lugar donde tener vida digna, segura, confortable, sana física, mental y espiritual, mejorando su calidad de vida, autoestima y participación sociocultural y afectiva promoviendo su reintegración a una vida activa y estable.

La cifra de personas adultas mayores va en aumento. Para 2050 en México podría superar los 33 millones. Es un reto complejo, caro, para las autoridades planear políticas públicas para el desarrollo social y el combate a la pobreza.