Hoy me daré un baño en la cascada de las palabrasque sanan, que no siendo nuevas, ni extrañas,porque existen desde el ayer de tantas noches y mañanas, que de ser cálidas de origen, con el correrpor el río de la vida, se van renovando hasta recuperar el brillo del primer amanecer, haciendo resplandecer su buen contenido y encanto, aquélque causaba risa y hasta llanto, según el ánimo con el que se describían los goces y quebrantos; y así, frescas como un amanecer de un invierno que comienza, llegarán a refrescar la memoria, para hacer de cada oración escrita una nueva historia, de lo que ya se vivió, y pudo llegar al lector que hizo un alto en el camino, para mejorar su vida y sudestino, al sacudirse, y limpiar el polvo que se ha levantado en el camino.
Y es que hay palabras tan pesadas y tóxicas, que enrarecen el aire por ser falsas y totalmenteinadecuadas, pero hay otras de pureza incuestionable, que, por ser sutiles y diáfanas, dejan entrever los mensajes de sanación para aliviar la pena de las almas, que por perder la fe y el coraje,se dejaron seducir por la simulada ambición se servir, cuando en realidad es otro el fin de su mensaje.
Que regrese el espíritu valiente, que luche por latranquilidad y la paz, que deje de ser insensible e indolente ante el dolor y el sufrimiento que causa la injusticia que ensombrece los días que todos deberíamos gozar, que sea por demás paciente, que no hay mal que sea tan profundo y permanente, que no pueda con el tiempo la herida cicatrizar, cuando llegue el día en que se pueda despertar del calladosentimiento de infortunio intransigente, que se instaló en el ánimo por dejar pasar todo lo que ofende la valía de la hermosa creación de Dios, a quien se le dio el don, de ser el más inteligente.
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