Como si fuera algo para presumirse, funcionarios de la Sub-secretaría estatal de la pequeña y mediana empresa anuncian con voz tronante, que empezando el año funcionarán video-cámaras instaladas en negocios, pagadas por los propios dueños, para garantizar su seguridad.
Esto es una burla para la sociedad, porque además de ser una obligación del gobierno del Estado, la video-seguridad está concesionada a un particular con enorme utilidad económica para él durante seis años.
Pero además, desde el arranque del gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, se aumentó en un 50 por ciento el monto del impuesto sobre nóminas, con el compromiso de que el dinero recaudado se destinaría al combate a los delincuentes.
La incidencia delictiva no sólo no se atajó, sino que pega con más intensidad en todos los municipios, con gran costo de vidas inocentes y pérdidas materiales, incalculables.
A falta del cumplimiento del gobierno, de garantizar la seguridad pública, los empresarios han aceptado la oferta oficial, de pagar de su peculio la instalación de video-cámaras, a un costo de 18 mil pesos cada una.
Los aparatos serán conectados al C-4 con la esperanza de que cuando esos negocios reciban la visita de ladrones, puedan enviarles policías, bomberos, ambulancias o cualquier otro servicio que necesiten.
Desafortunadamente, los diputados locales que se asumen como “servidores públicos” y “representantes populares” no se atreven a pedirles cuentas a Cabeza de Vaca ni a sus colaboradores del ramo, pues esquilman a empresarios pero además, no les prestan la seguridad a la que están obligados.
Tamaulipas sigue siendo líder nacional en secuestros, levantones, y otros delitos de alto impacto, pero el Gobernador y sus voceros oficiales y oficiosos se concretan a endosarle la responsabilidad por la falta de garantías, al gobierno federal.
Se ha dicho hasta el cansancio, que el 94 por ciento de los delitos que se cometen en México son del fuero común, pero las autoridades locales no se dan por aludidas y siguen invocando como pretexto, hasta cuando se produce un accidente vial, que se trata de delincuencia organizada.
Simplemente no pueden con el paquete o no se atreven a asumir sus obligaciones, por tener compromisos vergonzantes que los hacen doblar voluntariamente las manos. Las pruebas y evidencias existen y en abundancia.
Por cierto, Tamaulipas acaparó otro triste récord nacional, con la revelación hecha por la Secretaría de la Defensa Nacional, de que casi la mitad de los ataques que sufrieron los grupos militares este año en todo el país, se produjeron en nuestro Estado.
En efecto, la SEDENA rindió un informe de que las agresiones a soldados, de enero a noviembre, en todo el país, 191 en total, 91 ocurrieron en Tamaulipas. En ese lapso murieron 12 hombres vestidos de verde, 5 aquí, 4 en Guerrero, 2 en Michoacán y 1 en Tabasco.
En el mismo lapso, 66 militares resultaron heridos en diferentes enfrentamientos suscitados en el país, 30 en Tamaulipas, casi la mitad.
Nuestro Estado es el único de México, que no tiene policía municipal. No ha habido voluntad política de restablecer el servicio de la prevención del delito a nivel de ciudades.
Cambiamos de tema para comentar que un amable lector nos envío con retraso una broma del Día de los Inocentes. Nos asegura que una mega-mansión de San Pedro Garza García, Nuevo León, de las que le gustan a Egidio Torre Cantú, fue visitada por los cacos.
Asegura nuestro espontáneo corresponsal, que los ladrones se llevaron como botín, más de dos y medio millones de pesos, en joyas y dinero en efectivo. Insinúa con candor taimado que se parece, o podría ser, el palacete del ex Gobernador.
Por el rumbo de Reynosa, ciudadanos de ese lugar y de otras del valle del Río Grande, se preguntan extrañados por la indolencia del gobierno que encabeza Maki Ortiz Domínguez, por no activar un programa de protección en los accesos de los puentes internacionales.
Es cierto que la seguridad es un rubro que descansa en los niveles superiores de gobierno, pero ante los hechos de sangre ocurridos en el sector bien podría dejar de estar con los brazos cruzados e implementar cuando menos una cuadrilla de empleados que hagan presencia.
Un estadounidense perdió la vida cuando hacía fila para cruzar a territorio estadounidense y horas después, otro conductor fue golpeado y despojado de su vehículo, en el mismo sector.
La CANACO, partidos políticos y particulares, han emplazado públicamente al Ayuntamiento de Reynosa, a hacer a un lado la indiferencia y la apatía, y emprender un mecanismo de prevención de eventos de ese tipo.
Urge una presencia gubernamental que inhiba la comisión de delitos que cuestan hasta la vida a personas inocentes y resulta hasta ofensivo que la primera autoridad de Reynosa permanezca ajena a esta dramática situación.
A propósito de Maki Ortiz Domínguez, la Sub-secretaría de Salud, de integración y desarrollo que le endosó en un tramo de su sexenio, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, está siendo sometida a intensa revisión, por descubrirse serias irregularidades en un montón de programas.
De 33 programas, 20 serán suprimidos o cambiados en sus presentaciones, pues son huecos, ineficientes o solo “proyectos de papel”, según la definición que hizo el actual Sub-secretario de Prevención y Promoción a la Salud, Hugo López-Gatell.
Habló específicamente de la dirección general de epidemiologia, que de plano desaparece, así como programas como el de la picadura de alacrán, anti-concepción de emergencia, obesidad, y otros, que absorben grandes cantidades de recursos, pero sin buenos resultados.
“Fue un programa bien financiado pero radicalmente desviado al sustento científico. Continuó absorbiendo, en esta nueva administración, alrededor de 500 millones de pesos”, precisó tras referir que se instaló el Grupo Intersectorial de Salud y Alimentación, para sustituir esa estrategia e impulsar verdaderamente un programa que ponga en la mesa de los mexicanos alimentos sanos y se atiendan las causas de obesidad y diabetes. Así se declaró al periódico Milenio.
Despedimos la colaboración de hoy, con la expresión que le conocimos a Homar Zamorano Ayala y que luego tuvo resonancia nacional,
Abrazos, no balazos.
Ayer hubo en Ciudad Victoria, otros dos homicidios. Una joven mujer embarazada fue muerta con proyectiles de plomo y heridos dos de sus acompañantes; en un evento por separado, corrió igual suerte un taxista. El Gobernador, de vacaciones, y la vocería, apagada.
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