El 2020 llega sin una oposición política fuerte, que pueda cimbrar al gobierno federal morenista, eso ocurre en el inicio de un año clave para todos los partidos que debieran estar pensando desde ahora en cómo llegar fortalecidos al proceso electoral 2021, como ser más competitivos, unos para conservar su mayoría legislativa (Morena), otros para rescatar curules y no estar en manos del “mayoriteo”, que hasta ahora no les ha permitido ni al PAN ni al PRI ganar una…ni en la aprobación de leyes en la Cámara de Diputados o de nombramientos que pasan por el Senado.
El panorama es demoledor para el PRI y el PRD, este último en proceso de extinción con votación de un 5 %, mientras que el Revolucionario Institucional sigue siendo el partido con más gobiernos estatales y municipales, sin embargo observa un claro descenso y la percepción de derrota que pesa sobre él es muy importante, malos presagios no alientan la recuperación del Tricolor, carga con el sello de la derrota pese a que aún tiene mucho de que echar mano, no en Tamaulipas pero si en otros estados.
El PAN aunque no tiene mayoría en las cámaras del Congreso de la Unión, se sostiene como una oposición real y es el único contrapeso frente al gobierno de la 4ª Transformación y la mayoría guinda en la máxima Tribuna Legislativa del país.
Sin embargo Morena también se observa débil en el arranque del Nuevo Año, ni siquiera posee una construcción de partido, tiene un número alto de militantes en “reserva”, es decir de dudosa autenticidad y así lo reconoció la propia dirigencia en un intento por justificar lo que pueda arrojar la lupa del INE, explica que lo hizo al vencerse los tiempos para presentar documentación a la autoridad electoral.
En Morena hay comunistas, excomunistas, experredistas, expriistas, diversidad de grupos y sobre todo de círculos de izquierda sin disciplina y con mucho conflicto que es proclive a los enfrentamientos, sobre todo cuando el tema sea la designación de candidaturas.
Aunque el optimismo de su principal líder es de que la oposición está hecha polvo y le apuesta a su falta de virtudes, lo cual los hace indignos de representar a los mexicanos y en ese sentido las mediciones de las mañaneras revelan la insistencia en seguir picando piedra en el tema de la corrupción de los personajes políticos del pasado, una profilaxis que desde luego agrada al ciudadano en general y cuya cacería se destaca en los espacios mediáticos.
No sabemos si ese discurso será suficiente para detener la caída de los indicadores de aprobación al Gobierno de la 4ª. T, que en un año descendió de un 80 % a un 60 %. Retroceso que de alguna manera anuncia que las acciones del Gobierno Morenista no son las que esperaba, por lo menos una parte representativa de los que votaron por “el cambio verdadero”.
Tampoco podemos prever si los partidos más antiguos (PAN y PRI) que tienen toda la experiencia necesaria, serán capaces de resurgir como en la fábula lo hace el Ave Fénix.
En conclusión el partido en el gobierno y los partidos de oposición al régimen, están debilitados como organizaciones. Ninguno está al 100, los tres tienen diversidad de fortalezas, pero también debilidades, nunca como ahora el horizonte político había tenido tanta luz y sombra, tantos contrastes, con competencias diferentes, en fin así comienza el año 2020 en el tema político electoral.
SALUDOS DE AÑO NUEVO
Esta primera colaboración del año, deseo acompañarla con los mejores deseos de paz, prosperidad y felicidad en el recién estrenado 2020 para los lectores de El Mercurio y para la gran familia de esta casa editora. Al mismo tiempo aprovecho para agradecer a quienes nos han favorecido con la lectura a este espacio a lo largo de los últimos 12 meses y formulamos votos para ser merecedores de su acompañamiento en los días por venir.