Llega 2020 con aumento impositivo. Aunque se procure ahorrar para imprevistos, urgencias, paseos o actividades que se consideren importantes, la actualización de impuesto no lo permitirá y súmele el aumento de precios de múltiples productos de consumo que no se toman en cuenta para establecer el porcentaje de inflación en México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, publicó en el Diario Oficial de la Federación, el acuerdo en el que se actualizan cuotas para el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), en vigor en 2020 (combustibles, cigarros y bebidas azucaradas)

El IEPS para la gasolina menor a 82 octanos subió 14 centavos por litro, de $4.81 a $4.95. La gasolina mayor a 91 octanos incrementa 12 centavos, de $4.06 a $4.18. El diésel, 16 centavos, de $5.28 a $5.44. Para cigarrillos se eleva 14 centavos, de $0.35 a $0.49; para bebidas saborizadas se eleva 9 centavos, $1.17 a $1.26. Estos productos contienen azucares añadidos; refrescos, jugos, jarabes y polvos. No aplica para suero oral ni jarabes para la tos. Cabe destacar que el incremento para el IEPS no tendría que representar aumento al precio para el consumidor, debido a que el distribuidor debería ajustar sus precios y ofrecer el precio competitivo por libre mercado.

Respecto del salario, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado opina que, no se prevé efecto inflacionario con aumentar 20% al salario mínimo, se debe evitar que contagie revisiones de otros salarios pues tendrá efecto negativo en la economía. La política pública debe cuidar congruencia entre aumentos salariales y productividad, como señalan teoría y práctica económica general y que el costo laboral no reste competitividad a la industria. Si los salarios se elevan más allá, hay inflación y menor competitividad. Debe reconocerse que incrementos sustanciales de salario mínimo generan cierre total o parcial de negocios, lo que incrementa la informalidad y provoca retroceso de la productividad de la economía. Se debe tomar en cuenta que la holgura que la economía ha mostrado, gracias a la cual los aumentos significativos al salario mínimo no tienen consecuencia, no durará. La recuperación de los salarios reales se justifica, pero el margen de la economía para asimilar aumentos salariales elevados sin impacto apreciable en la inflación o en la competitividad, se reduce con el tiempo.

Mejorar el poder adquisitivo del salario mínimo es compromiso que se cumple, dijo Andrés Peñaloza, presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, que fija y actualiza los salarios mínimos generales y profesionales. De un alza de 16% en 2019 pasamos a 20% en 2020, y en la medida que la economía recobre dinamismo se conversará con los sectores, patronal y obrero, para avanzar en la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo.

El Instituto Mexicano de Contadores Públicos comentó que la Reforma Fiscal 2020 pretende combatir la informalidad a través del cobro a plataformas digitales que no contribuyen. Señala que los cambios no solucionan la baja recaudación de impuesto como porcentaje del PIB, la alta evasión de impuestos y la elevada informalidad, por lo que elabora una propuesta de reforma que presentará, cuando López lleve a cabo la reforma a que se comprometió para la segunda parte de su sexenio.

Entre los cambios destaca dar certidumbre legal a quien invierta. Se requiere tasa revisar el ISR de 30%, no competitivo, pues Estados Unidos tiene 20%. Añadió que la mayoría de los países de la OCDE gravan alimentos y medicamentos, con tasa más baja al IVA en México. Se busca un sistema fiscal más justo y que todos paguemos. Crear mayores deducciones, pues entre más facturas as deducir, más vamos a pedir facturas.