O se tienen muchas ideas y pocos amigos o muchos amigos y pocas ideas…”

Santiago Ramón y Cajal

 

Las ocurrencias, como se les llama en México a las ideas sin sustento, no suelen causar problemas severos.

Dada su naturaleza a veces sólo alejada de la realidad y en ocasiones un tanto disparatadas, las ocurrencias por lo común despiertan al final en quienes las escuchan o las viven, sonrisas de piedad o condescendencia y hasta simpatías hacia “el ocurrente”.

Pero existe una excepción: Cuando se manejan en el ámbito gubernamental o en el ejercicio de la política.

Precisamente en esos terrenos en estos días es donde me he encontrado en forma involuntaria con algunas de esas manifestaciones.

Primero, el responsable de la Secretaría de Desarrollo Energético, Ramón Silva, en un intento por minimizar los efectos de la política arancelaria del inminente presidente de Estados Unidos, dijo que Tamaulipas no resentirá esas medidas en materia de inversión.

Bueno, no sé si Tamaulipas sigue siendo territorio mexicano. Aún si a nuestro Estado no le impactaran en forma directa esos gravámenes, si se aplican terminará por ser sacudido por la marea que provocará en todo el territorio nacional. Será imposible sustraerse a la misma porque la Entidad no es una isla alejada y autónoma. Es una pieza más de la economía nacional, para bien o para mal.

Bueno, quizás el Secretario tenga una estrategia que desde mi ignorancia en esa materia su servidor desconoce. Si así es, le ofrezco una disculpa.

Tras lo anterior, ayer me topé a boca de jarro con otra ocurrencia.

Una diputada -no cito nombre para que no me llamen antifeminista– anunció que promoverá una ley para que el alumnado en Tamaulipas use uniforme al que llamó “neutro”, a fin de que si las niñas quieren llevar pantalones no tengan restricción alguna.

No sé si también esa iniciativa busca permitir que los varones usen falda, pero no sería nada raro. Ya encaminados todo se puede esperar.

No dudo que la legisladora tenga buenas intenciones con ese pretendido ajuste a la ley, porque tal vez busca reducir el posible trauma de quien se perciba diferente, como se ha manejado en algunos casos. Pero…

Caray, no necesitan una ley para eso. Aunque se resista a aceptarlo para no comprar pleitos innecesarios, es atribución de la autoridad escolar permitir que las niñas usen pantalón en el uniforme como de hecho lo hacen en temporada invernal. No he visto problema alguno cuando existe consenso entre directivos, docentes y padres de familia.

¿Para qué desperdiciar tiempo legislativo en crear toda una ley para eso?

Disculpen, pero eso es un ejemplo más de una ocurrencia.

Más adelante citará otros casos de ideas que en el entorno oficial y político quieren ser brillantes y en realidad aportan muy poco e inclusive nada. Por hoy, dejo de aburrirle…

X: @LABERINTOS_HOY