Ayer después de terminar de comer, le pregunté a mi esposa que si tenía un postre para mí, ella guardó silencio, pero me lanzó una fría mirada; la observé de arriba abajo y en verdad si se veía cansada, por lo que no insistí, más por consideración que por miedo; pero como luego dicen que el que hambre tiene, en pan piensa, efectivamente, mi hambre selectiva me llevaba a desear una concha recién horneada de una tienda de autoservicio que cuenta con panadería y está cercana a nuestro hogar, así es que para saldar mi ofensa invité a María Elena a ir a la tienda, pero ella señaló con su mano derecha el fregadero y le quedaban un buen número de platos por lavar, así es que, mejor guardé silencio, no por miedo, sí por consideración, y la verdad, antes de que se le ocurriera ponerme a lavarlos, le dije que me llevaría a nuestra nieta María José porque la niña de 4 años quería salir a pasear, y su hermano apenas se estaba levantando de su siesta vespertina, pero al escuchar que su hermana iría conmigo, se apuntó de inmediato, pero como son sumamente inquietos, lo pensé dos veces, no por miedo, por consideración, a darle una buena atención a la niña, pero el niño afinó su voz y a todo pulmón exigió sus derechos a la recreación, lo que hizo reaccionar a María Elena y me dijo que nos acompañaría por la razón antes expuesta.
Durante el camino a la tienda la abuela les iba narrando una historia sobre unos niños inquietos que no hacían caso a sus abuelos y no querían ir sentados en los asientos, colocándose los cinturones de seguridad, cómo los niños no le creyeron, ella les dijo: más adelante pasaremos por una calle y les enseñare una cruz, sobre un camellón, donde ocurrió un lamentable accidente, por no llevar puesto el cinturón; la niña puso mucha atención en el camino, pero José veía para todos lados y desesperado le dice a la abuela: Abuela no veo ningún camellón pasar por aquí. Le dije, mira el camellón que separa las calles; el niño dijo, no abuelo el camellón es un animal que tiene una grande joroba en su espalda y no lo veo por ninguna parte.
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