¿Quién puede dudar de los beneficios ambientales que deja la llamada “energía limpia”?

Supongo que nadie. O tal vez muy pocos.

Por eso, en lo personal me complace, aplaudo, la decisión del Gobierno de Tamaulipas por fortalecer los programas destinados a generar esa clase de energía. Ayer mismo me enteré de un nuevo paso en ese sentido, bautizado con un nombre monumental: Transitando hacia las energías del futuro: Oportunidades y retos para el desarrollo de las energías limpias en Tamaulipas”. Una palabra más y hubiera sonado muy largo el nombrecito.

Vaya, el entusiasmo fue tal que llegó hasta el responsable de la Comisión Reguladora de Energía de México, Luis Guillermo Pineda Bernal, quien eufórico no vaciló en llamar a Tamaulipas “el número1 en el país en dinamismo en la transición hacia las energías renovables”.

¿Se puede pedir más?

Bueno, su servidor opina que sólo falta un ingrediente en este suculento platillo. Me refiero a la historia de esa transición en el Estado.

No se formó sola. No surgió de manera espontánea de la tierra, no fue producto de una dádiva divina ni de una ocurrencia de escritorio. Fue concebida, planeada, diseñada, ejecutada y concretada a través de un proceso que se inició desde por lo menos 1º años atrás, con el ejido “Los Vergeles” en el municipio de San Fernando, como sede.

Ha sido un largo trayecto. Complicado y en ocasiones tan lento que en alguna de sus etapas hizo pensar a muchos que no se llevaría a cabo. Los tamaulipecos girábamos la vista hacia Oaxaca y sus portentosas instalaciones eólicas y el color verde de la envidia nos teñía el rostro.

Hoy los campos eólicos en Tamaulipas son una realidad y hasta el momento el de “Tres Mesas” es la estrellita en la frente. Vienen más en el camino y con seguridad la entidad merecerá más que nunca esa etiqueta otorgada por el titular del CRE de “número uno”. Brindo por eso.

Pero la justicia no debe estar ausente de esos logros. Insisto, me parece digna de aplauso la decisión del actual gobierno estatal de empujar sólidamente esos proyectos para cambiarle el rostro energético a nuestra patria chica y me atrevo a calificar de deseable el dar una ojeada al pasado cercano.

¿Por qué hablar de justicia en este tema?

Porque sería sano reconocer a quienes idearon este cambio y dieron los pasos necesarios para echarlo a andar y convertirlo en la agradable realidad que es en el presente.

¿Qué eran de otro partido?… ¿Qué cometieron errores –algunos graves– y por eso están fuera del hoy tamaulipeco?

Sí, así es, pero frente a esas circunstancias, parodiando a Maquiavelo, lo que importa son los resultados. La energía eólica llegó para quedarse en Tamaulipas gracias a ese trabajo y le entrego mi reconocimiento pleno al Gobernador del Estado por no frenar proyectos que nacieron con otros colores, pero ahora son un beneficio tangible para todos quienes amamos a esta tierra. No todo el pasado es malo, parece ser el mensaje.

En esas condiciones, celebró y lo celebro bien, ese número 1…

ENCUENTROS

La modalidad de encuentros ciudadanos que protagoniza el alcalde Oscar Almaraz en Victoria es sin duda una medida que arrojará buenos resultados. Sobre todo en la presentación del Primer Informe del jefe de esta comuna.

Con esas acciones, Almaraz garantiza decisiones correctas para la problemática local, porque son los afectados quienes dan cuenta directa de sus emergencias y proyectos.

Las respuestas son así, tiros de precisión.

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