Para el columnista resultaba increíble escuchar a una distinguida, muy distinguida profesora e investigadora universitaria radicada en el puerto de Tampico decir que la playa… ese recurso natural, lo visitaba probablemente dos o tres veces al año.
Será el gusto que se tiene a nivel personal por un paseo en la maravillosa playa Miramar, o cualquiera otra de nuestro litoral tamaulipeco, pero no entendimos nunca que no se aprovechara tan increíble recurso. Afortunadamente, para miles de personas, sí se toma en cuenta y se aprovecha, y deja muchos beneficios para la gente de la región.
Nuestras playas son especiales: el Golfo de México otorga una temperatura envidiable por muchas personas de otros países que vienen a deleitarse en ellas.
Tampico, Madero, Soto la Marina, Matamoros, Aldama, San Fernando. Cualquier unto nos muestra la generosidad del Creador para con los tamaulipecos.
Y los gobiernos y ciudadanos han trabajado muy fuerte para posicionar estos sitios, aunque ha faltado quizá un empuje como el que ha habido a través de la historia en Guerrero con Ixtapa Zihuatanejo y Acapulco, o con la Riviera Maya y Cancún, en Quintana Roo. Nosotros también tendríamos un potencial enorme que puede ser la mina de oro de muchos, y el pretexto para pasear por nuestro territorio.
Turismo hay, y promoción ha crecido dejando innumerables beneficios. En ese sentido, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha sostenido en varias ocasiones que se seguirá impulsando el turismo de playa, porque es bien sabido que resulta que se convierte en un imán de recursos de toda índole.
El turista deja dinero, viéndolo por cualquier punto, y eso hay que aprovecharlo al máximo.
¿Qué faltan inversiones grandes? Todos sabemos que sí, y que espera-mos ver esos grandes hoteles en nuestro litoral, respetando, claro está, los recursos naturales de San Fernando que tiene una impresionante Laguna Madre, paraíso de ecologistas, y no solamente la playa: Tamaulipas es una entidad que ofrece al viajero un poco –o mucho- de todo para su paseo y esparcimiento.
Ahora: hay que dar el siguiente paso: captar inversores.
Para ello, se necesita garantizar un buen proyecto turístico y seguridad como base del desarrollo: nadie querrá venir si no hay lo anterior. Luego, buscar estímulos fiscales para quien desee invertir en la entidad, y seguir haciendo una promoción cada vez más grande y agresiva que nos permita tener el éxito que la gente de estos municipios que se beneficiarían, merece y quieren.
Se cuenta con estudiantes de la materia turística a nivel licenciatura que son buen material humano, se tienen las playas y sitios de recreo… falta la llegada de inversores y el ingenio de quienes podrían ser los nuevos ricos en forma honesta, los ricos que dejen a cambio de mucho dinero, la infraestructura necesaria que convierta nuestro litoral en lo que merece ser.
En la víspera del primer informe de Francisco Cabeza de Vaca, la gente quiere saber qué se ha logrado en materia turística y cuáles son las expectativas en ese rubro, que, insistimos, es una virtual mina de oro para la entidad, porque los recursos se quedarían entre nuestra gente y nuestras autoridades, para poder mejorar la infraestructura en general.
Por eso, cuando vemos esas fotografías en Internet de las mejores playas del mundo: Ibiza, Can Cun, Grecia, o cualquier punto del Mediterráneo, siempre pensamos en la maravillosa oportunidad que tenemos en Tamaulipas para mejorar en ese sentido, y ofrecer no solo en Semana Santa, sino todo el año, un buen recurso turístico de calidad, acorde a la maravilla que implica levantarse muy temprano para disfrutar la forma en que el señor Sol inunda con sus maravillosos rayos las aguas del Golfo de México, como dando los buenos días a una entidad que quiere ser más grande, como lo es su gente.
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