El presidente Peña Nieto se refirió al comportamiento de la Inversión Extranjera Directa en lo que va del año, como la máxima registrada y no se equivoca. México es el segundo país de América Latina receptor de Inversión Extranjera Directa y dispone de tecnología de avanzada en las industrias automotriz, aeroespacial, petroquímica, principalmente. Además hay porcentaje importante de reinversión de la ganancia y de nueva inversión, lo que habla de confianza de una docena de países que eligen a México como destino.

Lo que no se entiende de una economía, la doceava del mundo, es que más de la mitad de su población esté en niveles de pobreza. La desigualdad muestra que la política pública no se encamina a incrementar la riqueza del pueblo, sólo alienta la riqueza de los grupos de poder en México y aunque se señala con datos actos de corrupción de manera masiva, en complicidad con iniciativa privada, el Poder Ejecutivo no actúa al respecto.

En 2016, el flujo mundial de IED fue 1,7 billones de dólares, 2% menor respecto a 2015. Las economías desarrolladas recibieron 59% de IED, aquellas en desarrollo recibieron 37%, una disminución de 14% respecto a 2015. La estrategia de salida al exterior que inició hace más doce años, consolida a China y dificulta el arribo de inversión a América Latina y el Caribe, que caen por segundo año consecutivo.

Brasil es el receptor (47%) México no logró sostener el dinamismo y la IED cayó 8%, aunque es el segundo país receptor (19%) Al caer el precio de recursos naturales se desaceleró el flujo hacia este recurso a partir de 2010 cayendo 13% en 2016, en cambio manufacturas y servicios aumentó y llegaron a 40% y el 47%.

Las nuevas inversiones se concentran en energía renovable, telecomunicaciones e industria automotriz. Por segundo año consecutivo, la energía renovable es el sector estrella, recibió 18% del total; un tercio de esa inversión se dirigió a Chile y otro tercio a México. El 73% del total de la IED ingresó de Estados Unidos (20%), la Unión Europea (53%) 12% de los Países Bajos y 8% de Luxemburgo pues las ventajas fiscales que ofrecen atraen transnacionales para realizar operaciones, por lo que no está claro el origen de estos fondos. De España ingresó 8%, Canadá y Reino Unido 5%, Alemania, Italia y Francia, 4% y Japón 3%. 55% de esa renta se repatrió a los países de origen de la inversión.

La industria se concentra en América del Norte, Unión Europea y Asia, con hegemonía en producción de vehículos, proveedores y desarrollo tecnológico. Dominan la industria hace décadas, aunque el auge de China le posiciona como principal productor de vehículos a nivel mundial. Entre 2015 y 2030, la venta de vehículos caerá del 50% al 28% y los servicios 20% por lo que los proveedores tradicionales disminuirán su venta del 10% a 3%, y la participación de proveedores de tecnología electrónica y software pasará de 1% a 10%. Hoy, un auto posee 60 microprocesadores (4 veces más que hace 10 años) En 2005, la electrónica y el software representaban 20% del costo de un auto; actualmente es de 35%, y en 2030 será más de 50% y de 75% en el caso de los vehículos eléctricos.

La industria automotriz mexicana aporta más del 3% del producto interno bruto (PIB) y el 18% del PIB manufacturero del país y logra un superávit comercial superior a los 52 mil millones de dólares al año, con una IED acumulada de 51.200 millones de dólares (11% del total) y mantiene 900.000 empleos directos. 80% de la producción automotriz de México se exporta. El 86% de esta exportación tiene como destino Canadá y Estados Unidos. México es el séptimo productor mundial y cuarto exportador de vehículos del mundo.

Enero a marzo 2017, México registró 7,945 millones de dólares (mdd) por IED, cifra 0.6% mayor que en el mismo periodo 2016 (7,896 mdd) por 1,460 sociedades con participación de capital extranjero, 473 fideicomisos con derechos a favor de la inversión extranjera. De los 7,945 (mmd), 5,020 mdd (63%) son por reinversión de utilidades; 2,015 mdd (25%) por nuevas inversiones y 9117 mdd (11%) por cuentas entre compañías. Se canalizaron a la industria manufacturera 3,452 mdd, (43%); servicios financieros, 1,720 mdd, (22)%; trasportes, almacenamiento y correos, 1,112.3 mdd (14), minería, 579 mdd, (7%); construcción, 328 mdd, (4%) y comercio, 316 mdd, (4%) La IED provino de Estados Unidos con 3,975.9 mdd (50%); España, 1,141.8 mdd (14%); Alemania 511.8 mdd (6%); Canadá, 416.4 mdd (5%); Japón 298.1 mdd (4%) y Francia 282.8 mdd (3.6%), otros 44 países aportaron 1,318.8 mdd, equivalentes al 17% restante.