Este lunes el gobernador se reunió con la Presidenta Claudia Sheinbaum para evaluar los avances del programa IMSS-Bienestar y otros temas de salud. En el encuentro llevado a cabo en Palacio Nacional participaron los gobernadores que adoptaron este modelo de salud y el compromiso fue coordinar esfuerzos para brindar un mejor nivel de atención.
El tema de salud ha representado por varios años un reto para las autoridades en Tamaulipas, sobre todo después de la crisis derivada de la pandemia y desde entonces no nos hemos podido recuperar al cien por cien por ciento.
Ésto del IMSS-Bienestar es nuevo para Tamaulipas, la entidad se unió a este programa federal en el 2023 para proporcionar atención médica gratuita a quienes no cuentan con seguridad social y la incorporación al programa ha permitido mejoras en infraestructura, como ocurrió en el Hospital General de Ciudad Madero que recibió una inversión de más de 900 millones de pesos, al igual que el de Matamoros, inversiones que hace años no veíamos y que apenas estaremos en condiciones de percibir.
Tamaulipas, como otras entidades sufre la falta de especialistas, éstos escasean en la entidad y autoridades han dado a conocer que gracias a la incorporación la plantilla de especialistas incrementó un 30 por ciento, lo que significa un avance, aunque mínimo. Aún falta tiempo para comenzar a percibir las mejoras en el ramo de la salud.
Durante el sexenio panista, Tamaulipas no se adhirió al programa IMSS-Bienestar porque Cabeza de Vaca estaba peleado con la Federación, lo que afectó significativamente a la población, especialmente en el contexto de la pandemia, pues prácticamente nos condenaron a “rascarnos con nuestras propias uñas”. El argumento fue que el gobierno estatal tendría más control sobre los recursos y la gestión del sistema de salud evitando con ello trámites burocráticos.
El PAN argumentó que al no adherirse al programa federal, Tamaulipas pudo concentrarse en sus propios programas y políticas, lo que supuestamente llevó a mejores resultados en la atención de enfermedades, sin embargo, en la realidad fue muy distinta; la falta de recursos por parte de la Federación fue el acabose para los tamaulipecos, los hospitales se vinieron abajo, se agravó la falta de medicamentos e insumos y se dejó a un lado la basificación de personal.
Tras el cambio de riendas en el gobierno estatal la recuperación del sistema de salud y atención sigue siendo un proceso muy complejo y gradual. Si bien se han dado pasos importantes para mejorar la cobertura, los efectos de la falta de infraestructura y rezagos siguen siendo palpables y aunque los avances son significativos, aún falta mucho por hacer.
Mi comentario de hoy, leo los suyos en mis redes sociales. Que Dios los bendiga, gracias.