“Tengo la sensación de que se me escapa un tren…”
Josep Guardiola
¿Le gusta el proyecto federal de revivir al tren de pasajeros que uniría a la Ciudad de México con Nuevo Laredo?
Si su respuesta es afirmativa, admito que comparto esa percepción. En una mirada superficial sobre este tema sólo le veo beneficios, dado que entre punta y punta pasará por ocho estados: Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y Nuevo León. Con el volumen de traslados -y dinero- que puede generar, parecería que nada puede salir mal.
Parecería, porque en la opinión de este servidor, sí hay algo de qué preocuparse.
En este contexto algo hace un ruido precoz -mucho ruido- y para tratar de explicar esta sensación, debo recurrir a experiencias vividas en otras áreas, en las que un factor común aparece amenazante.
Me refiero al pésimo papel que como empresario suele desempeñar históricamente el gobierno.
Si como se prevé, será la autoridad federal la que maneje, opere y administre ese medio de transporte, como dice la voz popular, que el cielo nos ampare.
No es una apreciación sobre las rodillas ni una crítica intestinal. Para justificarla, lance una ojeada al escenario actual de las actividades económicas y productivas bajo el control irrestricto del gobierno. Puede ser Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, algunos aeropuertos y terminales marítimas, el abasto de medicamentos, las carreteras y los servicios de salud entre otros rubros, en todos ellos el común denominador es una frase:
Son un desastre.
Pérdidas multimillonarias, baja calidad en productos y servicios, pésimo mantenimiento, mínima productividad, corrupción galopante, ineficacia casi trágica e incompetencia de mandos, se apretujan como perfil invariable en esos menesteres, como efecto dramático de darle prioridad a la política sobre la preparación profesional. Como se dice coloquialmente: No hay a quién irle.
Ojo: Si el gobierno federal será el que se responsabilice operativamente de esas rutas ferroviarias, éstas no harán huesos viejos.
No quiero ni pensar que las autoridades de esas líneas de transporte sean posiblemente una licenciada en Lengua Inglesa, un ingeniero agrónomo, un abogado o un licenciado en Ciencias Políticas, como ya ha sucedido en algunas secretarías o dependencias federales vitales como Energía, Pemex, CFE y el IMSS, por ejemplo.
No sólo es necesario, es indispensable dar espacio a la competitividad de la iniciativa privada en un plan de esas dimensiones, para que realmente funcione como cuna de beneficios y no de fiascos estrepitosos; que genere recursos para mantenerse y mejorar sus servicios para no ser otra carga subsidiada en perjuicio de los contribuyentes. Que sea un medio de comunicación terrestre efectivo y no otro depósito de funcionarios ineptos y posiblemente hasta corruptos; que sea un factor real de desarrollo y no otro negocio para constructoras improvisadas, militares inclusive.
Además de ser todo ésto una opinión, también implica una súplica:
En verdad me parece un gran proyecto este ferrocarril y lo aplaudo, pero por favor, piensen en México antes que en pagar o prodigar favores. Piensen en México antes que en los votos de otra elección.
Y llamen, como dicen en mi pueblo natal, a quien le sepa a esa ancheta…
TRANQUILIDAD LABORAL, PILAR DE LA UAT
De tan usual, ya lo tomamos como normal.
Lo es en el ámbito de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que ha hecho de su excelente relación institucional con su sindicato un modelo a seguir, no sólo en los círculos de educación superior, sino en otros terrenos laborales.
Hay que darle la importancia que merece este clima de trabajo, porque es en esa tranquilidad interna donde la UAT ha encontrado en gran parte las bases para dedicarse a la academia y a la investigación sin sobresaltos ni temer a enemigos en su propio seno.
Como inquilino temporal de esa Alma Mater y como ciudadano, me complace reconocer esa positiva retroalimentación entre universidad y trabajadores. Bien por el Rector Dámaso Anaya y bien por su dirigencia sindical…
X: @LABERINTOS_HOY