En México, 3.6 millones de niños y adolescentes, entre 5 y 17 años de edad laboran, cifra que arrojó la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 2007), equivale al 12,5% de la población infantil nacional de este rango de edad. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; (no tienen edad para trabajar, según la Ley Federal del Trabajo) El levantamiento se llevó a cabo en 57,127 viviendas, se aplicaron 107 mil cuestionarios en todo el país.
Los niños trabajadores doblan el número de niñas 2, 441,070 por 1, 205,997; los quehaceres domésticos no se consideran en la encuesta. La población infantil que trabaja se concentra en áreas menos urbanizadas, el porcentaje de trabajadores infantiles en estas zonas es más elevado que en las más pobladas. 7 de cada 10 niños trabajadores años vive en la zona rural, 3 de cada 10 en las ciudades. La incidencia del trabajo infantil rural es más elevada que la urbana con 15.6% y 8.6%, respectivamente. El 66% de los menores coopera en las tareas de su hogar. El 24% de los menores se concentra en los estados de México, Jalisco y Puebla. El 53% se distribuye en Michoacán, Veracruz, Guerrero, Chiapas y Guanajuato.
La Convención sobre los Derechos del Niño establece “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo peligroso que entorpezca su educación, o sea nocivo para su salud, su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”. La Organización Internacional del Trabajo (Convenio 182) reconoce que proteger a los niños requiere de una respuesta integrada que incluye empleos y trabajo decente para sus padres y medidas de protección social que les ayuden a mantenerlos en la escuela.
Trabajo Infantil significa niños y niñas que realizan actividad económica, por lo que en los 3,6 millones de trabajadores infantiles del país registrados, no se incluye a quienes buscan ingreso en las calles limpiando parabrisas, cuidando automóviles, ofreciendo diverso entretenimiento (traga fuegos, cantando, cómicos, etc.) Tampoco contempla a niños y adolescentes migrantes residentes en albergues en campos agrícolas, por lo que se ignora al respecto. Es importante analizar estos resultados con el Estudio de Trabajo Infantil Urbano Marginal en 100 Ciudades, realizado por DIF, UNAM, UNICEF y la Encuesta Nacional sobre Jornaleros Agrícolas (SEDESOL 2009) para tener conocimiento acerca de la pobreza y sus efectos devastadores en la sociedad, aunque no parezca ser así.
El escaso conocimiento y la casi nula atención de la sociedad hacia quienes viven en pobreza son lamentables pues desencadena reacciones antisociales y es tomada en cuenta hasta que estos menores se alinean como soldados de la delincuencia. La mayoría se desenvuelve en ambiente laboral que impide su sano crecimiento y pone en peligro su vida. 28% de estos menores, 850 mil, está expuesto a riesgos (polvo, gases, fuego; ruido excesivo; humedad o temperatura extrema;
herramienta peligrosa; maquinaria pesada; oscuridad excesiva; productos químicos; explosivos; descargas eléctricas) Las principales actividades están en la venta ambulante, aseo de calzado, cargado de bultos, limpieza de autos y parabrisas y trabajo doméstico. Las consecuencias son bajo rendimiento escolar, falta de asistencia escolar, violencia, maltrato, inicio temprano de la vida sexual (enfermedades y, embarazo no deseado), la explotación sexual comercial infantil, consumo de drogas y la trasgresión de las leyes.
En 2012 la cifra de niños trabajadores fue 2.5 millones. INEGI cita que 30% trabaja en el sector agropecuario, 26% en el comercio y 25% en servicios. En 2013, INEGI cita que de este universo de niños, 9 de cada 100 niños y adolescentes trabaja; y 49 de cada 100 estudian y simultáneamente realizan trabajos domésticos.
La ENOE 2013, cita que de 2.53 millones de niños que trabajaban, 403 mil lo hace en jornadas de 15 a 24 horas a la semana; 173 mil en jornadas de 25 a 34 horas; y 172 mil, 35 horas semanales o más. Las unidades económicas en que laboran es generalmente negocio familiar, que tiene a una persona empleada (trabajan 147 mil niños), aquellas que tienen de 2 a 5 empleados, labora 1.89 millones. 1.57 millones de niños laboran en actividades de ambulantaje y plena informalidad y en el sector agrícola.
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2015: De 32.43 millones de menores de 18 años, asisten a la escuela 21.9 millones. En educación básica, 11 millones de 5 y 9 años, no asiste 1 millón 810 mil. De 10 a 11 años, 4.4 millones, no asiste 43 mil; de 12 a 14 años, 6.8 millones, no asiste 312 mil; hay 536 mil niños que no están en la escuela. El 85% pertenece a los estratos bajos, evidencia del infortunio de nacer en hogares empobrecidos.
Esta triste situación se traduce en que se condena toda su vida a empleo precario. De 3 millones de adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años que trabajan, 645 mil (1 de 5) no reciben ingreso por la actividad desarrollada; 732 mil reciben menos de un salario mínimo (1 de 4); 1.1 millones reciben 1 a 2 salarios mínimos (1 de 3), 345 mil reciben 2 a 3 salarios mínimos (1 de 10), 64 mil percibieron 3 a 5 salarios mínimos (2 de 100). Sólo 0.06% logró salario por arriba de cinco salarios mínimos.