ÓIndependientemente de si el Partido Acción Nacional (PAN) se decide o no a impugnar; el proyecto del Gobernador electo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, podría ser el inicio de una nueva era política en la entidad… con “barredora justiciera” de por medio… ¡Ufff!

Todo apunta a que la permanencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se mantendrá más allá del sexenio que se fundará a partir del uno de octubre de este año, si las cosas las hacen bien.

Uno de las primeras acciones que el Gobernador electo debe tomar en cuenta a la hora de conformar su Gabinete, es si los cuadros de los que va a echar mano vienen con vocación de servir o de “servirse”, y con “buena imagen”, ya que allí podría radicar parte del éxito de su futuro Gobierno y la permanencia de su partido.

AMÉRICO VILLARREAL ANAYA ya dejó en claro que pretende darle vuelta a la página a este proceso electoral y lo dejó en claro el día que recibió la Constancia de Mayoría; aunque eso no necesariamente signifique borrón y cuenta nueva.

Más bien, su narrativa, deja ver su caridad cristiana a sus adversarios, su mano extendida en la conformación de nuevos escenarios para un mejor Tamaulipas, pero ojo: sin que eso se tome como una “gracia de impunidad” en caso de encontrar cochambre a su paso.

Un gobierno humanista, que sirva a la población, libre de corrupción y proactivo, es lo que esperamos los tamaulipecos y sin duda VILLARREAL ANAYA lo ha entendido, por eso su narrativa se enfila por ese derrotero.

Ahora bien, como dijo un ahijado de “Viernes 13”: Vámonos por partes, vámonos por partes… y para poder entender la posibilidad de que Morena llegó para quedarse en Tamaulipas, debemos apuntar lo siguiente…

Según el recuento que ofreció el Instituto Electoral de Tamaulipas, AMÉRICO VILLARREAL le sacó más de 80 mil votos de diferencia al segundo lugar el pasado cinco de junio.

Si tomamos en cuenta que uno de los partidos de enfrente, el Revolucionario Institucional (PRI), obtuvo hace 12 meses la suma de 133 mil sufragios y presumía que la misma ya rondaba los 14 puntos, es decir los 156 mil votos, entonces el resultado del cinco de junio evidencia dos cosas:

(1) Que más de la mitad del voto duro de los priistas le hicieron efectivo el rechazo a su partido tras haberse sumado a una alianza con su “verdugo” del sexenio: el PAN.

(2) Si los votos ganadores de VILLARREAL ANAYA fueron entre 80 y 90 mil votos, gran parte de esa diferencia vino del “éxodo” del PRI, quien sólo logró 64 mil, es decir ¿en dónde quedaron esos 69 mil votos de los 133 mil obtenidos en junio del año pasado…? Punto y aparte…

¿Por qué se dice que el triunfo de VILLARREAL ANAYA fue multifactorial, como el del PAN en el 2016…? Porque influyeron muchos factores difíciles de enumerar de forma completa y que se tradujeron en votos en las urnas y aquí algunos de ellos:

(1) El candidato VILLARREAL ANAYA y su proyecto; (2) La marca presidencial que permeó desde Palacio Nacional a Tamaulipas, a través de los apoyos federales.

Además: (3) La alianza PRI-PAN (y PRD), vista como una quimera electoral, al final benefició a Morena y sus aliados, con “fugas”; (4) un marcado encono hacia el “Grupo Reynosa”, por la voracidad con que se condujo.

Súmele que: (5) enconos locales y regionales que se fueron incubando a lo largo de un sexenio, que encontraron el cinco de junio una forma de cobrarse la afrenta de haber sido “olvidados” y ninguneados.

También: (6) buena operación política del equipo de VILLARREAL ANAYA; (7) una emergente estructura de Morena, que deberá afianzar y ampliar con el correr del tiempo (8) fuga de cuadros de otros partidos, principalmente “golpeados” u “olvidados” por los grupos del poder en el PRI, PRD y PAN.

Y, lo más importante, que es la suma de todo: (9) la confianza de 730 mil tamaulipecos que no dudaron en cruzar una boleta, “haiga sido como haiga sido”, a favor de VILLARREAL ANAYA, su equipo y sus aliados… Punto y aparte…

Era innegable y menos inocultable que hubo una irritación social hacia la marca gobernante en Tamaulipas, que fue bien captada por los operadores políticos de Morena; misma que potenciaron, alimentando más y más el encono de la población.

Un ejemplo de varios fue la forma cómo la MarcaTAM permitió el saqueo, la convulsión social y el olvido en la Capital de Tamaulipas, a manos de un voraz depredador presupuestal en la figura de XICOTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI; pensar que el pueblo olvida y guarda silencio, fue el peor error de quienes “apadrinaron” a XICO

La Capital de Tamaulipas, tierra de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, lució completamente olvidada, destruida, con pésimos servicios que nadie quiso remediar, cuando la población lo reclamó; mientras que XICO y “padrinos”, se embolsaron más de dos mil millones de pesos sólo en dos años.

En cuanto al PRI: Los de Morena pudieron reventar la estructura que tenía, al “refrescarles” la memoria sobre la forma en que la Marca TAM persiguió y encarceló al ex gobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES.

En cuanto al empresariado, no sólo capitalino, sino de otras latitudes, la queja fue permanente: el Grupo Reynosa se llevaba todas las compras y sólo dejaba migajas; además de que cerraba las puertas en la nariz o sacaba a la gente con una patada en el trasero de la oficina de los repartos, y, en el “mejor” de los casos, los dejaba esperando hasta hastiarlos.

Qué sigue a partir de octubre: la marca guinda tendrá, por primera vez, un líder en Tamaulipas en la figura de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, y por ende la oportunidad de forjar un partido, en toda la extensión de la palabra.

El nuevo Gobierno tendrá cada año más de 50 mil millones de pesos en las manos (incluso excedentes) para dar asistencia social sin precedente, alimentando así una estructura no sólo de cara al 2024, sino para las siguientes elecciones, convirtiendo a Morena en un semillero de candidatos.

Aunque tampoco se puede cerrar los ojos a la realidad y el Gobierno guindo tendrá a un PAN con un potencial electoral de 550 mil votos y un Poder Legislativo como contrapeso; pero será en la asistencia social y en la atención al empresariado tamaulipeco, el mayor semillero para retener el poder.

Será un Gobierno nuevo conformado por cuadros de mucha experiencia que fue adquirida en otros partidos políticos y que ahora portará la playera guinda y que estará a tono con la Presidencia de la República, es decir sin confrontaciones como las que los tamaulipecos vivimos y de las cuales todavía quedar “esquirlas” en la Suprema Corte de Justicia de la Nación…

Claro que el PAN no se va a quedar de brazos cruzados, pues ya perfila la estrategia en el Congreso local, en donde a FÉLIX FERNANDO “El Moyo” GARCÍA AGUIAR lo piensan perfilar como “Vice-gobernador”, tema del que escribiremos ampliamente en la columna de mañana…

Por eso quieren que la selección del presidente de la Junta de Coordinación Política sea aprobada por mayoría calificada y no por mayoría simple.

De ahí que se ha detonado una convulsión, una brutal guerra entre morenos y panistas; no para impulsar iniciativas, sino para llevar agua a su molino y otros para meterles el pie y darle al futuro Gobierno de AMÉRICO VILLARREAL un Poder Legislativo que lo tenga maniatado… Pendientes…

GRACIAS… Nos leemos hasta mañana

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