La pandemia covid-19 y la contracción financiera porlas medidas para mitigarla han golpeado duro la economía mundial, con particular severidad las condiciones de la enorme mayoría de trabajadores asalariados por la pérdida de millones de empleos ypor el fenómeno inflacionario que se registra en el planeta, lo que provoca pérdidas del poder adquisitivo de los salarios.
México es un país bien librado de esta crisis y a pesar de esas adversidades la situación de la clase trabajadora experimenta palpables mejorías, en particular en salarios, derechos laborales y sindicales y la creación de fuentes de trabajo, y los beneficios derivados de los programas sociales. Buenos datosson que en el primer bimestre 2022 el número de afiliados al Instituto Mexicano de Seguridad Social creció anualmente sin precedente (5%); que cifras del Inegi en enero muestren 3 millones 700 mil trabajadores empleados más que en el mismo periodo 2021 y que, a pesar de las restricciones por la pandemia, se haya creado un millón de empleos.
Con el aumento de 22% al salario mínimo, el poder adquisitivo de éste acumuló, de 2018 a la fecha, recuperación de 71%, hecho inédito, aunque queda camino por delante para alcanzar el poder de compra de finales del desarrollo estabilizador. Apenas se ha logrado recuperar el nivel de 1984, lo que ilustra el pavoroso deterioro salarial durante el ciclo neoliberal. El alza de los ingresos de los trabajadores no ha tenido efecto relevante en la tasa inflacionaria, la cual tiene bien raíces exógenas como el frenazo económico por la pandemia y la guerra en Ucrania. Se cae un dogma neoliberal que por décadas mantuvo los salarios congelados con el falso argumento de que ello causaría incremento generalizado de precios.
La reforma laboral 2019 estableció condiciones para que los obreros manejen sus organizaciones en forma democrática, sin injerencias del poder público ni del capital, que ha tenido resultados contrastados con el sindicato petrolero controlado por el grupo Romero Deschamps y, por otro, la desincorporación de los obreros de la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, de la Central de Trabajadores de México quienes en asamblea decidieron por mayoría conformar un sindicato. Otro logro es el conjunto de reformas de abril 2021 a las leyes del Seguro Social en sus dos vertientes, Federal del Trabajo, del Seguro Social, del Infonavit, del impuesto sobre la renta, del impuesto al valor agregado y del Código Fiscal de la Federación, que prohíbe la subcontratación uoutsourcing, práctica que por décadas se utilizó para reducir o anular prestaciones de los trabajadores e impedir la sindicalización.
Aunque los programas de bienestar no se asocian al ámbito laboral –excepto Jóvenes Construyendo el Futuro, que capacita e introduce a los jóvenes al ámbito del trabajo–, millones de hogares de asalariados se han visto beneficiados por la inclusión de uno o varios de sus integrantes en al menos uno de esos programas, lo que trae aparejada mejoría en el ingreso familiar.