El gigante brasileño BRF, mayor exportador de carne de pollo del mundo, anunció un plan de reestructuración que alcanza a negocios en Europa y Tailandia y se desprenderá de sus empresas en Argentina. Reestructurará su deuda, que incluye la venta de todas sus operaciones en Argentina. Con este plan y venta de activos, la empresa pretende recaudar 1,300 millones de dólares. La compañía brasileña atraviesa importantes cambios que incluye completa revisión de la administración, que provocó salida de directores.
En Argentina, el gigante brasileño que es el mayor exportador de carne de pollo del mundo, realizó importantes inversiones y es dueño de la mitad de frigoríficos y procesadoras de carne de pollo y cerdo más importantes. BRF sigue dramática búsqueda de compradores para sus activos en Argentina, en especial de su frigorífico avícola Avex, que representa más del 50% de sus pérdidas en ese país, donde inició un proceso de recorte de personal y de producción en la búsqueda de reducir la estructura y ser atractivo para un posible comprador.
Las dificultades de BRF en Argentina se vinculan a limitaciones que el populista gobierno de los Kirchner impusieron en la economía de su país y en el sector en particular, en especial la imposibilidad de importar pollitos BB de su casa matriz, más el constante incremento de costos laborales y producción, los inconvenientes para exportar dados los vaivenes económicos de Argentina.
BRF busca comprador, incluso pretende liquidar su planta a un precio muy por debajo del de mercado.
La apuesta de venderle a su competencia Granja Tres Arroyos fracasó cuando esta empresa se hizo cargo de los activos de Cresta Roja, otra avícola que fue a la quiebra por maniobras de los Kirchner a favor de que esa avícola le vendiera preferentemente a Venezuela. Hoy Cresta Roja, en manos de la nueva propietaria, se ha recuperado y concentra 25% de la faena nacional.
Donde BRF tiene buenas noticias en Argentina, es en su unidad de negocios local destinada a producir carne porcina donde hay varios oferentes y conseguiría recuperar la inversión. Los brasileros también negocian la venta del frigorífico Quickfood, producción de hamburguesas y salchichas de sus marcas de mayor mercado, pero no encuentra comprador global.
BRF atraviesa una severa crisis económica que le llevó a tener pérdidas en 2017 de 280 millones de dólares, agravada por escándalos de corrupción destapados en su interior, cuando fue objeto de una operación policial que detectó en Brasil una red que falsificaba los resultados de los exámenes de calidad que se hacían a las muestras de productos de la compañía.
Como respuesta, la Comisión Europea excluyó a una veintena de plantas cárnicas de Brasil, entre ellas varias de BRF, de la lista de países autorizados por la Unión Europea para importar productos cárnicos, principalmente de pollo y de otras aves.