De acuerdo con la Medición de la Economía Informal 2018, 22% del Producto Interno Bruto (PIB) es informal y se genera por 57% de población ocupada en informalidad que carece de contrato y prestaciones laborales. El resultado del PIB de la informalidad es el más bajo desde 2003, cuando INEGI inició este registro.
Del 22% del PIB generado por economía informal, 11% corresponde a negocios no registrados de los hogares, dedicados a la producción de bienes o servicios; 11% corresponde a otras Modalidades que refieren al trabajador que, aunque labora para unidades económicas formales, no tiene contrato, acceso a instituciones de salud y ahorro para el retiro.
La desagregación de la Economía Informal por sector de actividad económica muestra que el comercio al por menor tiene la mayor participación, 24%, luego la construcción, 16%; en tercer lugar, la industria manufacturera, 13%. Actividades agropecuarias, 12%, comercio, 7%; transporte, correo y almacenamiento, 6% y otros servicios, 5.5%.
Mónica Flores, presidenta de la consultoría en capital humano Manpower Group, considera que la informalidad es un reto importante que enfrenta el país, y debe ser atendido de manera integral por varias dependencias del gobierno y de la iniciativa privada. Es un cáncer por todo lo negativo que genera; menos recaudación, sueldos precarios, falta de acceso a sistema de salud, a fondo de pensiones, a capacitación. No se genera el ciclo virtuoso que se da en la economía formal, porque no sólo es el derecho al seguro social, que tengan fondo de ahorro, derecho a capacitación, salario de mercado justo, que al trabajador se le respete sus derechos laborales.
Los resultados de la Medición de la Economía Informal 2018, indican que 77% del PIB lo genera el sector formal con 43% de la población ocupada formal; 8 de cada 10 pesos en el país, provienen del 43% de ocupados formales. En la formalidad son menos trabajadores, aunque más productivos, demuestra que se deben multiplicar los esfuerzos públicos y privados, para formalizar a la población.
Dos mil millones de personas, 61% de la población activa, labora en la economía informal, Organización Internacional del Trabajo (OIT) La transición a la economía formal es condición para hacer realidad el trabajo decente. Si se excluye la agricultura, la mitad de la población activa tiene empleo informal. En África, 86% del empleo es informal, 68% en Asia y el Pacífico, 69% en los Estados Árabes, 40% en las Américas y 2% en Europa y Asia Central (países desarrollados) 93% del empleo informal se encuentra en los países emergentes y en desarrollo.
Cuando el nivel de educación aumenta, el nivel de informalidad disminuye. Las personas con educación secundaria y superior tienen menos probabilidades de ocupar un empleo informal que los trabajadores con educación primaria. La persona que vive en zona rural tiene el doble de probabilidad de empleo informal que la de zona urbana. La agricultura es el sector con el nivel más alto de informalidad, más de 90%. Para cientos de millones de trabajadores, la informalidad implica falta de protección social, de derechos en el trabajo y de condiciones de trabajo decente, y para las empresas, baja productividad y falta de acceso al crédito, cuestiones esenciales para elaborar políticas apropiadas e integradas que se ajusten a la diversidad de situaciones y necesidades.
Mercado Informal, característica de falta de oportunidad y de desarrollo
De acuerdo con la Medición de la Economía Informal 2018, 22% del Producto Interno Bruto (PIB) es informal y se genera por 57% de población ocupada en informalidad que carece de contrato y prestaciones laborales