Existen aspectos que el individuo no atiende como debiera y que tienen una importancia más grande que la que le damos, tal es el caso de la salud, y decimos lo anterior, porque somos un poco reacios a atendernos como debemos.
Lo ideal, en personas que pasamos de 40 primaveras, es que acudamos a la unidad médica a realizarnos chequeos cotidianos, al menos, una vez al año, y vemos que nadie lo hace en esa forma: acudimos cuando ya nos duele algo o realmente no tenemos más remedio.
Y luego sucede que vemos los doctores como algo mágico: queremos ir luego de semanas o meses de enfermedad, y que con una pastilla nos quiten todos los achaques. No: las “pocholacas” tardan en desarrollarse, y muchas tardan en quitarse, porque requieren de todo un tratamiento.
Muchos no vamos con el médico con la idea de que se nos va a pasar pronto el malestar que sentimos, y a veces no alcanzamos: existen síntomas de enfermedades muy graves que no son tan alarmantes, y cuando nos damos cuenta es demasiado tarde.
Poderosamente llama la atención el ver las camionetas de la Secretaría de Salud que tienen la leyenda “Médico en casa”, y que tienen que ver con la forma de acercar los servicios sanitarios a la población.
La secretaria Gloria Molina ha puesto en marcha tan ambicioso programa, que tiene como objetivo cubrir esas necesidades sentidas de un grupo de la población que no acude, porque no tiene recursos o porque no tiene idea de cómo hacerla. El caso es que están siendo atendidos en su domicilio, y no es un programa para que todos echemos vuelo del mismo, sino para que atienda a la población que requiere más apoyo que los que sí podemos ir a una unidad médica.
La secretaria Molina pretende, con el mencionado programa, dar una cobertura mayor en aras de alcanzar ese tan anhelado 100 por ciento que se desea en todos los programas y dependencias, que implica manejuarse con calidad total y completa.
Nada hay mejor que cumplir con los postulados de nuestro trabajo en forma eficiente y completa, de ahí la importancia de contar con profesionales de la medicina que tienen la preparación adecuada que les permite incursionar en esta empresa nueva, dinámica y efectiva.
Los encargados del programa en su forma operativa, es decir, los médicos, tienen lo necesario para atender y cubrir consultas consideradas en el ámbito médico como de primer nivel de atención, es decir, los aspectos básicos de la misma, y nos permiten detectar posibles complicaciones antes de que se conviertan en casos de urgencia, que es lo que la secretaria y todos desean evitar.
En ese sentido, y reforzados con programas de prevención de la salud, la Secretaría del ramo insiste en que tenemos que poner atención todos al respecto de nuestro bienestar.
Dice la secretaria, y con mucho acierto, que no se puede llegar a sitios donde la gente no quiere que se llegue, y lo traducimos en el sentido de que se requiere, para que la Secretaría de Salud de Tamaulipas cumpla con sus objetivos, es necesaria la colaboración de todos nosotros.
Como también lo confirma el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Alejandro García Barrientos, no hay mejor medicina que la que previene y evita gastos y pérdidas innecesarias, o sea: una atención a tiempo, precedida de medidas que solamente en casa se pueden tomar con la orientación adecuada.
No podemos dejar la tutela de nuestra salud a la Secretaría del ramo: tenemos que participar, y qué mejor que prevenir, tomar las medidas requeridas, y en caso de necesitarlo, echar mano de recursos que nos ofrecen, como es el caso del médico en casa, una idea, desde nuestra óptica, por demás brillante, y a la que auguramos un gran éxito, con el concurso eficiente de los participantes y de los ciudadanos, involucrados en mantener a la entidad como un estado saludable, lleno de vida y vigor, que, finalmente, nos convierte a todos en ganadores.

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