En este espacio, ayer este servidor expuso sus dudas sobre si el Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, podría capitalizar en función del tiempo su ya transparente proyecto –como lo hicieron ya otros mandatarios– para trascender directamente o a trasmano su sexenio.
Como es usual en la política trabajar en escenarios virtuales, que es una manera elegante de llamar a la imaginación, me permito aventurarme a lanzar mi gato a retozar en ese terreno. Empiezo:
Si en un momento dado la edad de AMLO le jugara una mala pasada para seguir como cabeza de su Cuarta Transformación, sería vital para el país que existiera una línea sucesoria que pudiera garantizar en lo posible un orden indispensable ante la feroz rebatinga por el poder que se registraría.
Así que siempre en mi desbordado caletre, me atrevo a formular un augurio:
Una mujer podría enfilarse a ser la candidata presidencial de Morena dentro de seis años. ¿Cómo?…¿Por qué?
Salvo dos varones –Ricardo Monreal y Martí Batres– que posiblemente terminen por anularse ellos mismos por las batallas internas que entre sí ya libran, la mayoría de los colaboradores de López Obrador dentro de un sexenio –los confiables para él– podrían ser candidatos, pero a la jubilación.
Revise usted la lista de los más cercanos y sus edades, al concluir el período de Andrés Manuel:
Javier Jiménez Espriú, de SCT, tendrá 87 años..
Carlos Manuel Urzúa sumará 70.
Manuel Bartlett, de la CFE, acumulará 88
Víctor Villalobos, de SAGARPA, tendrá 74.
Esteban Moctezuma, de SEP, contará 70 años.
Miguel Torruco, de Turismo, tendrá 74
Jorge Alcocer, de Salud, tendrá 77.
La notable excepción es Román Guillermo, de SEDATU, que tendrá sólo 42.
¿Y las damas?
Bueno, salvo Olga Sánchez Cordero de SEGOB, que sumará 77 y Graciela Márquez Colín, que alcanzará los 70, en seis años más las demás estarán en su mejor momento político.
La más “madura” es Norma Rocío Nahle, de SENER, que tendrá 60.
Josefa González Blanco, de SEMARNAT, con 59 años.
Alejandra Fraustro, de Cultura, con 56.
Irma Eréndira Sandoval, de la Función Pública, tendrá 52.
Y la “chiquita” de la casa, Luisa María Alcalde, de Trabajo, que apenas sumará 37.
Si la edad será un factor importante, el firmamento se ve bastante claro en favor de la fuerza femenina.
Y sí, aún es temprano para definir posibilidades o limitaciones, que ya en el ejercicio del poder no dependerán del tiempo vivido sino de su competitividad y eficiencia, pero es inevitable mirar al futuro para medir hasta dónde llegarán las aptitudes físicas y quizás hasta las mentales, de muchos de quienes ahora se mueven cerca de AMLO…
BUEN BALANCE
En mi opinión, es una estrategia que debería ser replicada en muchos ámbitos,
Me refiero al acuerdo impulsado por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca con los constructores de Tamaulipas, a través del cual los empresarios del ramo aportarán recursos propios para programas de bienestar social, en los proyectos que cristalicen en la obra pública.
Esta suma de voluntades arroja dos balances que me parecen importantes:
Primero, demuestra que hay confianza de la iniciativa privada en las acciones gubernamentales. Segundo, arroja la posibilidad de replicar esta acción en la extensa gama de proveedores que tiene la administración, lo que permitiría al capital particular participar directamente en llevar beneficios a sus comunidades.
Un buen paso, sin duda…

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