Murió Armando González Treviño, Feyoyo, a los 72 años de edad, pero no de muerte natural, sino producto de heridas recibidas en un accidente automovilístico el sábado, y a una mala atención en el hospital “Norberto Treviño Zapata”, en Matamoros.

González Treviño fue un periodista de la vieja escuela, tradicionalista, que empleaba un lenguaje fuerte, juguetón, malsonante, siempre crítico, sarcástico, directo y sin contemplaciones.

El accidente ocurrió el sábado, en un céntrico crucero de Matamoros. Quedó atrapado entre los fierros retorcidos de su camioneta, que iba a rifar entre sus amigos para obtener unos pesos extras.

Las heridas no consiguieron arruinarle el buen humor y se recuperaba rápidamente, en su cama de hospital. Bromeó con su amigo, profesor y también periodista, Alíber López López.

Armando le comentó que era sospechosa la circunstancia del percance y le parecía intencional. El otro conductor huyó de la escena, dejando abandonado su vehículo.

El veterano periodista iba a ser dado de alta hasta que los médicos descubrieron tardíamente que tenía el bazo destruido. Lo operaron de emergencia, pero complicaciones le hicieron perder la vida. Tenía un marcapasos cardíaco.

Apenas el lunes anterior, Armando participó en una manifestación de protesta frente a la presidencia municipal, por los asesinatos de periodistas ocurridos en diferentes partes del país, y por la impunidad derivada de la negligencia de las autoridades.

Sus restos mortales eran velados en Funerales Escobedo, a partir de las seis de la tarde de ayer.

Hace varios años, saludamos a don Armando González Treviño en el crucero de 6 y González, a media cuadra del palacio municipal. Llevaba impreso en la parte posterior de su camisa, el nombre de Enrique Peña Nieto, cuando todavía no era candidato a Presidente de la República.

Los políticos locales le tenían pavor, por su pluma desenfadada, jocosa, hiriente y temeraria al adjetivizar. De corruptos no los bajaba.

Fue un entusiasta simpatizante del gobierno azul, aunque últimamente también expresaba en su columna publicada en Contacto de Matamoros, impaciencia por los cambios que tardan en llegar.

El fallecimiento de Feyoyo pone de luto al periodismo tamaulipeco, porque fue un hombre persistente, valiente, salidor, travieso en sus textos, pero divertido y simpático por llamar las cosas por sus nombres.

A propósito de prensa, el presidente municipal de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar, detonó una bomba política con su pública denuncia de que el periódico de más circulación de esa ciudad, le exige un convenio de publicidad de dos y medio millones de pesos mensuales.

El licenciado Rivas Cuéllar ofreció ayer una conferencia de prensa para anunciar importantes eventos, como la reanudación de actividades de cruces de mercancía en el puente internacional III y la reanudación del servicio privado de recolección de basura.

Cuando nadie se lo esperaba, el jefe del Cabildo alzó la voz para mandar el mensaje a los dueños de esa empresa editora, de que no van a doblarlo las denuncias publicadas en su contra, porque no autorizará una erogación mensual de esa cuantía.

Reprochó Enrique Rivas Cuéllar, que en el pasado, ese periódico se llevó carretonadas de billetes, además de conseguir importantes posiciones dentro del gobierno municipal. “Eso se acabó”, dijo, tronante.

En la parte final de su mensaje, el presidente municipal de Nuevo Laredo mencionó que el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha sido víctima de las mismas maniobras, y que le tiene dado todo su respaldo.

Rivas se declaró respetuoso de la libertad de prensa, al atender y resolver de buena manera las críticas enderezadas contra su gobierno, pero que le resulta intolerable aceptar las propuestas de estos mercenarios de la información, como los llamó textualmente.

Se esperan tremendas resonancias y repercusiones, en Ciudad Victoria y en el mismo Nuevo Laredo.

No es la primera vez que se produce un encontronazo de esta magnitud, allí mismo.

Mónica García Velázquez, instalada como presidente municipal por el Gobernador de la época Manuel Cavazos Lerma, emprendió represalias en contra de la dueña del mismo periódico, por publicaciones hechas en su contra.

Mónica llegó al grado de enviar a la cárcel a la editora y a uno de sus hijos, pero pagó caro su atrevimiento pues ellos tenían buenas relaciones en el plano nacional y consiguieron que removieran a la alcaldesa, mediante su designación como diputada federal.

Mónica y su marido Ramiro Ramos Salinas permanecieron dos sexenios en la banca, hasta que llegó Egidio Torre Cantú y los incorporó a la nómina gubernamental, gracias a las gestiones de su amigo Homero de la Garza Tamez, quien les debía viejos favores.

En otros temas, Reynosa, siempre Reynosa, contabiliza más de un muerto por día, en mayo, por la incapacidad del gobierno del Estado para restablecer la paz y la tranquilidad prometidas.

El domingo amaneció la ciudad con un reguero de cadáveres, y en un estadio deportivo, se rindió un emotivo homenaje de cuerpo presente al estudiante y deportista de 21 años, que perdió la vida en un fuego cruzado.

Los furiosos reclamos de la gente en redes sociales repartieron culpas a diestra y siniestra, por la falta de resultados en la estrategia de seguridad y justicia. También publicaron fotografías del Gobernador del Estado jugando golf.

En Reynosa, la doctora Maki Ortiz Domínguez hace lo que le corresponde, para respaldar a organismos privados que se preocupan realmente por la reconstitución del tejido social, a base de actividades recreativas, de convivencia, de sana diversión.

Clubes de carros antiguos, de vehículos modificados y agencias automotrices, participaron en el desfile de carros con motivo del Día Nacional de Vialidad, que la presidente municipal de Reynosa aprovechó para promover la cultural vial.

La Expo Car Fest 2017 fue admirada por las personas a lo largo de la ruta emprendida en Las Cumbres y que desembocó en el centro de la ciudad. Vistosos automóviles, de modelos y diseños exóticos, despertaron admiración.

Maki Ortiz Domínguez mencionó en su mensaje, la importancia de que obedecer los señalamientos viales, especialmente los colores del semáforo, usar el cinturón de seguridad y no distraerse mientras se está frente al volante.

Rematamos la columna con la mención de que en menos de un mes, nuestra cuenta de correo electrónico ha sido invadida en dos ocasiones, siendo necesaria cerrarla y rehabilitarla, lo que ha demorado su emisión.

Este es un aviso oportuno, porque se han enviado desde el correo suplantado mensajes groseros, amén de que tienen acceso indebido a contenidos reservados. Como lo dice Joaquín Sabina en su más reciente canción, “lo niego todo”.

Cumplió años el periodista y maestro universitario, Alberto Buenfild Baños.

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