En el sector educativo los mandos de los vientos de cambio sufrieron su primer revés de parte de los docentes, ya que la mayoría de estos rechazaron el calendario escolar del próximo ciclo, que pretendía imponer la secretaria de educación de Tamaulipas a través de los directores, en su mayoría sin perfil para ocupar esos puestos, esto según los criterios y ordenanzas de la “reforma educativa”.
Por lo mismo hubo malestar en subdirectores y directores de la mayoría de las escuelas del centro, sur y norte de la entidad. Que con estas y otras acciones busca justificarse en el puesto que usurpan, ya que no han sido evaluados y lo que sí han sido sometidos a los cánones de la evaluación, desgraciadamente han reprobado.
Quizá lo que no han entendidos los nuevos mandos de la educación en la entidad, entiéndase Julio Pimienta Prieto y el flamante secretario Héctor Escobar, es que los docentes, no los que tienen una plaza y no laboran, sino los que enseñan, forman y educan en la mas de mil escuelas de educación básica están hartos de los vicios y las “maromas” de los directivos que heredo el priato de los más de 80 años.
Hay una abierta y franca desconfianza de la docencia en sus directivos lo mismo que en sus respectivos dirigentes sindicales, entiéndase el nefasto y mediocre secretario general de la sección 30 del Snte en Tamaulipas Rigoberto Guevara. Y por lo mismo, no obstante a su perfil de oficioso, fue rebasado por las bases.
Así tenemos que en la mayoría de las escuelas de educación básica los profesores votaron la semana anterior, por el periodo más largo de las dos propuestas para el próximo ciclo educativo. Y no fueron engañados porque la propuesta desechada parecía ser más breve porque contenía menos días en el documento, pero truncaba las vacaciones para los profesores.
El fondo de estas “novedades” es que el patrón pretende establecer las “escuelas de verano” y quiere que por el mismo salario que ya devengaron los verdaderos maestros –no la engorda de Rigoberto Guevara y su Snte- en su periodo ordinario del año escolar, le atiendan a los estudiantes en las “escuelas de verano”.
Y el Snte que debería velar por sus afiliados ya que de ellos recibe cuotas que por cierto no reparte, si jinetea y hurta. Está asumiendo un perfil de mayordomo y fortalecerse como un servil del sistema y lo gobernantes en turno. Asume por lo mismo la tarea de “bastonera” bailarina y ruin deleitante.
Lo que no ha entendido ni va a entender Pimienta y su Jefe Escobar, es que los maestros fueron engañados durante el priato y hoy están como aquel refrán popular que reza, qué quien con leche se quema hasta al jocoque le sopla.
Pero sobre todo, salta un indicio relevante en los nuevos mandos educativos. Que sí conocen la filosofía de la educación. Pero que la limitante es que no han pasado de la ortodoxia a la práctica de esta.
El joven Escobar y el cerebro Pimienta desconocen que en estos tiempos extremos y remotos es menester ser peón y patrón a la vez. Y que por lo mismo es necesario ejercer la ortopaxis. Pues de otra manera en los 80 años de priato, fueron no uno sino muchos los planes, programas y modelos educativos. Y sin excepción, ninguno cumplió con sus metas.
Pero tal parece, que los nuevos ejecutivos de la educación en la entidad, compraron los primeros espejitos que les ofertó el resto de la “herencia de la dictadura perfecta”. Que dejo en quiebra al Estado de Tamaulipas.