Por increíble que parezca, se pueden aprender tantas cosas importantes con tan sólo observar detenidamente tu entorno, situaciones que permiten concientizarte de que todo cambia, que todo en la vida tiene su razón de ser, y también que tienen su tiempo, y que por más que te esfuerces por defender tu punto de vista en razón de aspectos significativos para tu bienestar, este deja de tener valor, porque el punto de vista de otros es tan válido como el tuyo.
Muchos hablan del inicio de un proceso de adaptación para que todo lo que has construido permanezca intacto, aprender a sonreír, cuando lo que en verdad quisieras es gritar, para hacerle saber a los demás tu inconformidad, y cuando llegas a animarte a hacerlo, resulta que otros gritan primero, y de paso dejan de escucharte, perdiendo la oportunidad de mediar una solución que beneficie a ambas partes.
Se dice que muchos de nosotros vivimos en un estado de confort simulado, ahí, donde por más que haya tormentas, acaso sí nos mojamos un poco debido a la pequeñas gotas que se trasminan a través de las grietas que se van produciendo con el tiempo en nuestra vida, pero, en ocasiones llegan a ser tantas las gotas, que te mojas menos estando fuera que dentro.
Entender que la vida es un ir y venir, un reír y llorar, un retener y soltar, un dejar ir y quedarte con la tranquilidad de que todo lo que está pasando tenía que pasar, porque es necesario para recuperar esa sensación de haber vivido de conformidad contigo mismo.
Por increíble que parezca, mis ojos empiezan a ver más allá de lo que quería, mis oídos están escuchando con mayor consciencia la voz de aquellos que tenían un justo reclamo, estoy liberándome a mí mismo, permitiéndome sentir por mí mismo y no sentir por pensar que eso era lo mejor para todos.
Nunca es tarde para disfrutar la vida sin remordimientos, nunca es tarde para iniciar una nueva etapa de tu vida, desde luego, que tienes que tomar en cuenta de que así como maduraste tú, las otras personas igualmente maduren para que se establezca una armonía de conformidad y sin reclamos
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