No hay temor más grande para el hombre que quedarse o sentirse solo, la soledad es, pues, la amenaza más grande que podemos enfrentar en la vida, no importa que muchos quieran maquillarla y endosarle múltiples beneficios; los seres humanos existimos para vivir en compañía, ni siquiera el más egoísta, el autoritario, el represor podría vivir en soledad.

Cada vez que enfrentamos una amenaza global, el hombre se llena de miedo y busca afanosamente estar cerca de aquellos a los que ama, y busca además estar cerca de algo o alguien que le dé seguridad, que le de paz y le regrese la armonía. Los creyentes en Dios nos sentimos reconfortados al saber que contamos con él para sortear todos los temores en la vida, y Dios nos reconforta al devolvernos la confianza en nosotros mismos, cuando el amor que le profesamos es el mismo amor que sentimos por nuestro prójimo, de ahí que buscar la paz en nuestros seres amados es estar cerca de Dios.

Hace algunos años me llamó un amigo, me dijo que necesitaba hablar conmigo, acudí de inmediato a su llamado, al llegar me abrazó y lloró, me alarmó un poco su proceder, entonces le dije: sea lo que sea sabes que puedes contar conmigo, ahora dime qué te ocurre; pasaba en verdad por un doloroso trance emocional, de hecho, me contagió su tristeza y lo abracé; de nuevo lloró, y después me dijo que tenía mucho miedo de que todos los que amaba murieran, después se me quedó mirando muy angustiado, sin duda evidenciaba un importante estado de depresión, le dije que el fin de todo ser humano suele ser el principio de una nueva vida; él me contestó que aunque así fuera, era muy doloroso despedirse de los seres amados, sin duda lo es, le respondí, por eso en vida debes amar a plenitud y tener la fe suficiente en que todo aquello que es palabra de Dios habrá de cumplirse; después me dijo: ¿Podrías disculparme, si llegas a morir primero, el hecho de que no acuda a tu funeral? Desde luego te lo disculparía, lo que no te disculparía, sería el hecho de que, por miedo, dejaras de ser mi amigo en vida.

El miedo nos orilla muchas veces a dejar de disfrutar la vida, y uno de los más grandes disfrutes de ella, es el estar con los amigos, porque el que encuentra a un verdadero amigo tiene un tesoro invaluable.

Dedicado para todos mis seres amados, entre ellos mis amigos, los ausentes y los presentes.

enfoque_sbc@hotmail.com