¿Qué estás haciendo abuelo? Me dijo José Manuel, mi nieto de 8 años de edad, mientras escribía un texto emocional sobre lo afortunado que soy al poder disfrutar de la compañía de las personas que amo, esto lo hago todo el tiempo, pero, he de reconocer, que me vi influenciado por las expresiones de mis semejantes con motivo del “Día del amor y la amistad”
¿Qué estás haciendo abuelo? Insistió José Manuel, entonces viéndolo a sus maravillosos, grandes y expresivos ojos, le contesté: Estoy dando gracias a Dios por permitirme grabar en mi corazón, lo mejor de cada uno de ustedes, mis hermosos nietos, y de todas las personas que durante el camino de mi existir han interactuado conmigo, de todos aquellos que de manera incondicional han contribuido a darle rumbo y sentido a mi vida; al escuchar esto, José Manuel me abrazó y me dijo: Te amo abuelo. Entonces le pregunté: Y tú, ¿qué estás haciendo en estos momentos? él sin soltar mi cintura dijo: Estoy grabando en mí, el amor que me estás dando en este momento.
Me quedé pensando en las diferentes formas que tienen mis 8 nietos de expresar el amor, y digo diferentes, porque la personalidad de cada quién es igualmente diferente, es única, de ahí que yo entienda, que no debo de dejarme guiar por un modelo estandarizado sobre el amor, basándome, ya sea en la intensidad o la calidad de la expresión corporal, sino en el cómo mi corazón percibe ese sentimiento, identificándolo incluso, en aquellos que por la edad o la distancia, pudieran preferir ocultar esa emoción, para no parecer débiles o vulnerables; hay quienes realmente tienen miedo a amar, porque una vez que entregan el corazón, temen perder lo que más aman.
“Amemos, pues a Dios, ya que Dios nos amó él primero. Si alguno dice: Sí, yo amo a Dios, al paso que aborrece a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano, a quien ve, ¿a Dios, a quien no ve, ¿cómo podrá amarle?( 1 Jn 4:19-20)
enfoque_sbc@hotmail.com