Cuando los encargados del clima pronosticaron la llegada del frío en la temporada de invierno, antes de que llegara me puse a temblar, busqué en mi guardarropa para ver si tenía lo suficiente para enfrentar la onda gélida y resultó, que tenía una envidiable colección de ropa para enfrentar la temporada, encontré por ejemplo una chamarra de lana con algodón, a cuadros, que mi abuelo Virgilio me regalara en el año 1961; una chamarra de pana de color café que me obsequiara en el año 1968 un muy estimado y siempre recordado amigo de la familia el Lic. Héctor García Casas; también me llenó de gusto el ver un saco de lana a cuadros que me obsequiara mi inolvidable amigo y hermano Toño Beltrán Castro, en el invierno del año 1973;Dos chaquetas Dockers que compré en 1989; Un abrigo de lana gris maraca Dana; un Blazer para hombre de terciopelo de color café que adquirí en el año 1990, un saco de pana de color negro que compre en 1999; un saco de lana color negro que aún no he estrenado y que compré en el año 2023; además de 6 suéteres de varios colores. Como decía cuando me di cuenta que tenía esa variedad de ropa para  vestir en invierno, dejé de temblar; pero al llegar los primeros vientos fríos del norte, y al enterarme que un par de días la temperatura podría bajar a menos cero grados, empecé a preocupar por nuestra mascota Talía una perrita de raza Chihuahua de 15 años de edad, así como por la situación de tres colibrís que están muy aquerenciados en nuestro patio, y por las plantas de mi pequeño jardín; así es que pude proteger en forma adecuada del Talía, pero no así a los colibríes y a las plantas, pues la protección fue parcial, por lo que temí por que hubieran pasado a mejor vida, pero, para mi sorpresa, pasado los días de mayor frío, me sorprendió  ver vivas a unos y otras, de ahí que recordé las siguientes citas bíblicas: “¿Cuándo te hallamos peregrino y te hospedamos, desnudo y te vestimos? o ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a visitarte? Y el rey, en respuesta, les dirá: Siempre que lo hicisteis con alguno de estos mis más pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis.? (Mt 25:38-40).

“Por cuya causa yo siento satisfacción y alegría en mis enfermedades, en los ultrajes, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias, en que me veo por amor de Cristo. Pues cuando estoy débil, entonces con la gracia soy más fuerte.” (2 de Corintios 12:10).

Cuando supe del frío me puse a temblar por mí y por los míos, entonces con la gracia y el amor de Cristo, cuando débil, soy más fuerte.

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