El 17 de julio de 1980 inicié mis actividades como servidor público al servicio del Estado, en el Programa de Centros de Salud en Áreas Marginadas Urbanas; recibimos previamente un curso de introducción y capacitación para el puesto, en el puerto de Tampico; nuestro Coordinador fue el Dr. Carlos Amaya Tapia, que procedía de la ciudad de México.  Se planearon 4 unidades médicas en cada una de las siguientes ciudades: Victoria, Mante, Tampico, Reynosa y Matamoros, con presupuesto federal, pero no existía la infraestructura. Por cuestiones del destino o por voluntad divina, mi adscripción en nuestra amada ciudad capital desapreció, y fui remitido a Cd. Mante, si bien era cierto, que ese cambio implicaría mayor esfuerzo físico y económico, aceptamos el reto.

En la ciudad cañera conocí a excelentes compañeros y mejores amigos, pero, sobre todo, a una comunidad bondadosa y ansiosa por recibir el beneficio del derecho a su salud. Nos incorporamos de lleno a la comunidad y con ella no sólo vivimos experiencias propias del proceso salud-enfermedad, sino verdaderas lecciones de vida al solidarizarnos con su marginación.

Nos tocó gestionar la construcción de nuestra unidad ante las autoridades municipales, siendo presidente en ese momento el Dr. Lauro Saavedra García, un médico político de trato amable y fino, consciente de las necesidades de su pueblo, que en su momento, hubiera deseado cumplir con cabalidad y prontitud a nuestra solicitud, pero otras prioridades del municipio tuvieron que atenderse, así es que un tanto desesperado por el itinerante desempeño, le pedí a mi compadre  el Ing. Jesús Rodríguez González, elaborara un plano de construcción de una unidad médica con las especificaciones que le detallé , procurando apegarnos a la normatividad que exigía el departamento de Ingeniería Sanitaria de la SSA, esto con la finalidad de agilizar los trámites, pero, no era suficiente con las buenas intenciones, y se siguió posponiendo la construcción, hasta que lo usuarios de los servicios, nos motivaron a efectuar un esfuerzo compartido, destacando la participación comunitaria, y posteriormente se sumaron las autoridades municipales, hasta concluir la obra, misma que visitara el Dr. Emilio Martínez Manatou, Gobernador Constitucional del Estado( 1981-1987), acompañado por el Dr. Gregorio Perales de la Garza, Jefe de los servicios Coordinados de Salud Pública en el Estado. El Dr. Martínez Manatou, por cierto, fue el padrino de nuestra generación.

Los trabajadores pioneros en el Programa de Centros Comunitarios de Salud  en Áreas Marginadas Urbanas, fuimos un grupo muy unido y desempeñamos un trabajo sobresaliente mientras duró el mismo; año tras año  nos reuníamos para celebrar el aniversario de su constitución, organizando sesiones académicas y de evaluación, su sentimiento de pertenencia a la institución era incuestionable y despertaba en su momento cierto celo profesional, desencadenando en ocasiones, presiones importantes con la intensión de desarticular su gran influencia ejercida para mejorar la calidad y la calidez de la prestación de los servicios de salud.

Desde este humilde espacio vaya mi reconocimiento para todos los que honraron su vocación de servicio en los Centros Comunitarios de Salud en Áreas Marginadas Urbanas del Estado de Tamaulipas y mi felicitación por la conmemoración de su 43º Aniversario.

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