Un buen día, le pregunte a mi yo sabio: ¿Cuánto tiempo se requiere para conocer a las personas? Y él me contestó: ¿De cuánto tiempo dispones para conocerlas?  Quieres decir ¿que todo depende de mi disposición e interés para conocerlas? En parte, dijo esa entidad de mí, que entre otras cosas, tiene el poder de criticar mis acciones; y agregó: porque sin duda, habrá otros factores que podrían intervenir para que tú te des la oportunidad de conocerlas, y por otra parte, tienes que tomar en cuenta, si las otras personas tienen algún interés en conocerte y hasta dónde podrían llevar la relación contigo, pues no siempre se tiene el interés de llevar las relaciones al máximo grado, me refiero a la amistad; muchas veces, todo queda en un: lo conozco, fuimos compañeros en la escuela, en el trabajo, en algún evento social, político, o empresarial, en fin, existen en el tiempo muchos momentos para  conocer, aceptar y hasta conceder ciertos privilegios, que como te decía, pueden llegar a una excelente relación de amistad e ir más allá todavía, la relación puede crecer tanto hasta llegar a hermanarte con las personas. No importa cuánto tiempo te puede llevar el conocer a las personas, pues el mismo tiempo se encarga en acercarlas o alejarlas, mas, si durante la temporalidad se logró sembrar la semilla de la amistad, ésta podría germinar en cualquier momento. El tiempo, mi querido aprendiz existencial, lima las asperezas de lo grotesco, lo burdo, lo imperfecto, da forma a lo amorfo, pule lo anfractuoso hasta darle brillo a la persona que todos hubiésemos querido ser desde un principio y no lo fuimos, porque simple y sencillamente no era el momento, porque los intereses de las personas van acordes a la edad y al entorno que los rodea, en el momento en que la casualidad  hace coincidir a las personas, pero tiene también la virtud de obrar cambios más sutiles, que los cambios de forma, me refiero a los cambios de fondo, aquellos que  llegan a nuestro ser, cuando el tiempo te va despojando del egoísmo, la amargura, las actitudes violentas y autoritarias, de los liderazgos mal entendidos, de la arrogancia y del falso orgullo; sí, mi estimado aprendiz existencial, al final, cuando logras ver que el camino se empieza a terminar, sentirás que lo que te está impulsando para seguir adelante, ya no es tu propia fuerza, sino aquella que fue la que te trajo al mundo y le dio vida a un ser que requería de experimentar muchos cambios, para comprender que en la vida, no existen las personas diferentes a nosotros, porque todos tenemos la misma esencia, porque todos hemos sido creados por el mismo poder, y la forma definitiva, nos la va dando el Divino Alfarero, que tiene la paciencia y el suficiente tiempo, para moldearnos con tal perfección, que todos podamos entrar por la estrecha puerta por donde sólo caben aquellos, arrepentidos de corazón, que habiendo hecho mal uso de su libre albedrío, se olvidaron de cuál era su misión en la tierra.

Y así, como todo lo bueno que tiene que llegar algún día, llegó el tiempo de reunir a la Generación  65-68 de la Escuela Secundaria Federalizada No.1, de nuestra gloriosa Ciudad Victoria; esperamos haber aprendido, con el tiempo, que ahora ya no somos compañeros, somos más que amigos, somos hermanos. Bendiciones para todos.

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