Cuando sientas la necesidad de saber algo sobre ti, camina por la senda que ya has recorrido antes, y si tu mirada está clavada en el suelo, tal vez encuentres aquello que un día, sin darte cuenta, perdiste.
Cuando sientas que todos los que antes conocías se han olvidado de ti, no pierdas tiempo en juzgarlos, seguramente ellos no te lo harían a ti, pues estarán muy preocupados por sí mismos.
Cuando el día, que siendo cálido, se torne frío de repente y no te encuentres preparado, hazle recordar a tu mente, que no eche a andar la carreta que lleva consigo tus quebrantos y tus derrotas, porque el frío será inclemente contigo.
Cuando pienses que has sido abandonado por aquellos que te querían, no te sientas triste, porque podrías estar equivocado, pues siempre habrá alguien,que habiendo tenido conciencia, haya tenido la paciencia para ver que no en todo estuviste equivocado.
Cuando sientas que lo más amado pareciera no estar en lo más mínimo preocupado por lo que te pasa, has como que te agachas para abrocharte el calzado, y después de haberle hecho un nudo muy apretado, sigue de pie y caminando.
No culpes a nadie de la sombra que te persigue, bastaría con detenerte para comprobar que ésta te pertenece, y como podrás comprobar, sólo es una silueta vacía, donde no se dibuja todo lo valioso que eres.
Nunca intentes borrar lo que eres por tratar de parecer lo que otros quieren que seas, mantén integra tu dignidad y recuerda, que Dios te creó para hacer el bien, pero siempre encontrarás en el camino, a personas que envidiando lo valioso que eres, tratarán de manchar lo que siempre has sido, y tal vez podrán influenciar a otros, vendiendo su servilismo, para llegar a situarse en un pedestal, pero éste, no los podrá soportar, debido al peso de su maldad.
Cuando sientas la necesidad de saber algo sobre ti, porque te han dejado sentir del dolor de la duda, no recurras a ningún mortal para preguntárselo, habla con Dios, porque él es el único que te conoce en realidad y te acepta tal como eres, porque sólo él te dirá la verdad sobre ti.
Ahora levántate y levanta contigo tu ánimo decaído, porque Yo Soy tu Señor, tu Maestro, tu Hermano, tu Amigo y siempre estaré contigo.
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