Ha concluido la jornada electoral y en Tamaulipas se ha votado. Los tamaulipecos hemos expresado nuestras preferencias por candidatos, por partidos o por propuestas. Votar en unas elecciones se traduce en elegir con-fiar en alguien para que tome decisiones por nosotros. A estas personas que escogemos al emitir el voto; administrarán el dinero de nuestros impuestos, harán leyes en favor o en contra de lo que pensamos y escogerán a las personas que hagan la justicia. El voto No es un fin como tal, es un principio, ¡el principio de la participación ciudadana! Es de suma importancia ir a votar el día de la elección, pero es igual de importante seguir participando activamente durante todo el año.
La participación ciudadana con base en la lista nominal de las actas PREP contabilizadas en Tamaulipas fue de 52%, lo que significa un excelente ejercicio cívico. Cuando la gente sale a votar no hay manera que los “operadores” puedan cambiar el rumbo de la voluntad popular. Analizando los resultados de la elección, vemos como el PAN Tamaulipas se hizo pedazos en estas elecciones ganando solo 1 de 7 municipios grandes (Tampico), 6 de 22 diputaciones locales y 3 de 9 diputaciones federales. Los tamaulipecos emitieron su sufragio y Morena pavimenta su camino hacia la elección del 2022. Sin embargo, los vacíos se llenan, y habrá un vacío muy grande de la oposición en el estado que deberá ser llenado, ya que los vientos han dejado de soplar.
En el caso concreto de Ciudad Victoria; la falta de agua en muchas colonias, el factor “Xico”, la falta de transparencia en el ejercicio del presupuesto, muchos burócratas liquidados, los baches, la inexistente recolección de basura, la falta de creación de nuevos cuadros, de lideres, llevaron al partido en el poder del estado (Acción Nacional) a una derrota contundente. La ciudadanía está tomando conciencia del valor de su voto, la ciudadanía no olvida el abandono de la ciudad, la ciudadanía votó por un cambio radical y lo obtuvo.
Ahora que gobierna Morena en gran parte del estado no debe de olvidar que la política, como todos los saberes, tiene un fin, y ¿Cuál es el fin de la política? Obviamente debería ser la vida buena; no se trata de sobrevivir, se trata de vivir bien. Por lo tanto, la gran pregunta de la política es ¿Cómo hacemos para vivir mejor?, la gran pregunta para las y los candidatos ganadores es, ¿Cómo le harán para que en Tamaulipas vivamos mejor? la ciudadanía no perdonará malos gobiernos, es momento de que se comprometan a fondo con la gente que los llevó al poder.