“La suerte es siempre el último refugio de la pereza e incompetencia…”
James Cash Penney
En la casi víspera del relevo en la Fiscalía General de Justicia en Tamaulipas, una pregunta flota en el ambiente:
¿Qué o quién es el motivo para que la salida de Irving Barrios, el actual titular de esa área, se de en un escenario de rechazo en el Congreso Local?
Hay que admitirlo, el balance del Fiscal ha sido mejor que aceptable, pese a las circunstancias políticas que prevalecen hoy en el Estado y a la cercanía original de este mando con el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca. El trayecto ha sido sinuoso y hasta accidentado, pero Barrios Mojica logró en su encomienda sortear con éxito, con trabajo efectivo, el antagonismo partidista y el repudio a todo lo que tuviera aroma al establo panista.
Como asienta la voz popular: El Fiscal aguantó vara y ciertamente -se debe aceptar- al final del camino entrega buenas cuentas de su labor.
¿Qué lo aleja entonces del poder en turno?
La respuesta, en la percepción de quien escribe, radica en una vieja regla de la función pública: El éxito del trabajo radica no sólo en el líder, sino en su acierto para elegir a sus colaboradores. Sin lo segundo, lo primero se reduce a casi cero, como se ha reflejado en la permanencia en la FGJ de algunos subalternos de alto rango que han cuidado más su perfil que el de su jefe o de la institución.
Ofrezco, si se me permite, un ejemplo.
Irving Barrios importó de Coahuila lo que en ese Estado es aún un exitoso modelo de vigilancia y seguridad llamado “Tres Pisos”, que busca agilizar las denuncias o querellas presentadas a los agentes del Ministerio Público y que en su primera etapa en nuestra patria chica dio prometedores resultados positivos, sobre todo en la violenta frontera chica.
Pero esa precaria luna de miel no hizo huesos viejos y en nuestro Estado se resquebrajó hasta prácticamente derrumbarse. ¿Qué sucedió?
La posible respuesta podría radicar precisamente en la elección de los diseñadores de ese frustrado sistema de seguridad, que de acuerdo a informes extraoficiales costó millones de pesos en su aplicación, hoy lamentablemente perdidos.
¿Hubo negligencias o incompetencia?
Es posible, pero cualquiera que sea la respuesta el saldo dio al traste con una despedida que se pronosticaba más que decorosa, como la buscaba por méritos propios Barrios Mojica.
Por si sirve el dato: La primer responsable de los “Tres Pisos” es la abogada Gabriela Prietto Ávalos, quien pese al fracaso del modelo a su cargo, aún permanece en ese puesto. Misterios de la política…
LA LECCIÓN DE AA
El organismo Alcohólicos Anónimos usa una frase que deben repetir los adictos cada vez que participen en una reunión: “Soy (nombre) y soy alcohólico”.
Lo hace porque en esa muestra de honestidad personal y en hacer público el problema que padecen, radica la posibilidad del remedio. Si el o la alcohólica no están dispuestos a reconocer que son adictos nunca lograrán recuperarse, porque negarlo significa que ellos creen o piensan que no están afectados.
Viene al caso lo anterior por el anuncio presidencial de que se mantendrán los cuatro ejes en el combate al crimen. Y el primero de ellos, el punto de partida para lograr resultados positivos, es precisamente reconocer que las inacciones del Gobierno son también causales de la tragedia delictiva que vive México.
Lamentablemente eso no ha sucedido ni sucede. El gobierno sigue culpando a todo y a todos de la inseguridad -hasta a los medios de comunicación- de ese lastre, menos a sí mismo.
Como sucede en AA: Si no se acepta la enfermedad, jamás se logrará la cura…
X: @LABERINTOS_HOY