En menos de una semana la Fiscalía Especial creada para esclarecer el crimen de 8 presuntos civiles armados en una residencia de la colonia Buena Vista de Nuevo Laredo, solicitó la detención por requerimientos judiciales, fundados en las investigaciones de la Agencia del Ministerio Público de referencia y capturar a 7 Policías Estatales, a quienes además de considerar que sus acciones son motivos de violación de los derechos humanos, se les hacen cargos por el delito de homicidio, allanamiento de morada y abuso de autoridad.
Pareciera que la presunta responsabilidad o no de los agentes en la muerte de las 8 personas, pues sean lo que fueran no dejan de ser personas humanas, es culpa mínima. Sobre todo porque algunos de estas y estos agentes son discípulos de Jorge N. sentenciado a 47 años de prisión por el crimen de su esposa, la ciudadana española Maria del Pilar Garrido Santamans, además de una pago de casi medio millón de pesos para la reparación de daño, además de la perdida de la patria potestad de su hijo que radica con su abuela materna en Madrid, España.
Como dice Doña José, el mal viene de atrás, pero más grave aún puede resultar para los tamaulipecos que el Juez de Control resuelva al final del proceso penal acusatorio que los agentes incurrieron en los delitos graves, con proporcionar información falsa a la autoridad, resulten culpables. Quiere decir entonces qué los profesores de la Universidad de Seguridad Publica, carecen de la formación certificada. Lo cual es gravísimo para los tamaulipecos.
No obstante, que acrediten doctorados y maestrías por la Universidad Complutence a madrilense u otra escuela de habla hispana, porque hasta ahora no se ha sabido que algún profesor tenga estudios acreditados por la Sorbona de Paris, de California, o de la UNAM, donde los profesores, obtienen sus doctorados por la edición de un libro. Es decir, sus tesis de doctorado son un libro, es una exigencia de esas escuelas. Como no este último caso, del viudo de la española.
El autor de Siglo de la Drogas, que presentó una ponencia durante la administración del ex gobernador preso Eugenio Hernández Flores. Sí, Luis Astorga es profesor y doctor del alma mater nacional. Además de otros contenidos editoriales como Seguridad, Traficantes y Militares. El poder ya la sombra, de la editorial, Tiempo de memoria Tus Quests, cuya primera edición tuvo lugar en el 2014.
Lo que se traduce en que el titular de la Secretaria de Seguridad Publica también debería alcanzar responsabilidad por estos y otros hechos en los que sus muchachos incurren en delitos graves como el homicidio, el allanamiento y el abuso de autoridad sin ignorar los derechos humanos.
Pero también es necesario justificar a los Policía Estatales, que en algunos casos dejan a sus parientes para sumarse a la reconstrucción de la paz, a la recuperación del Estado de Derecho y eso implica utilizar las armas de fuego para defender su integridad, pues más allá de las circunstancias violentas a las que se enfrentan. Lo cual no quiere decir que por 7 Policías hay que promover un juicio sumario contra todos los agentes del orden. Por siete es injusto sentenciarlos. Pero sí es necesario que el secretario de seguridad pública se ponga las pilas.
El debería tener mayor responsabilidad lo mismo que el secretario general de gobierno, porque son los responsables del cuido de la seguridad de los tamaulipecos y de irrestricto respeto a los derechos humanos. Pue de nada sirve que las reformas mas recientes a la constitución mexicana cambiaron de Garantía a Derechos, si estos no son garantizados por el Estado Mexicano.
Pero el mal viene de atrás, dice Doña José. Tamaulipas ha tenido gobernadores ejemplares, tan ejemplares en las últimas décadas que dos de ellos están en la cárcel y no por penas mínimas, sino porque además de embolsarse el dinero de sus gobernados, como ocurre con algunos alcaldes tamaulipecos, desfondaron los paradigmas de la seguridad, rompieron con la herencia más preciada de nuestros antepasados, que era la vida de armonía, entendimiento, respeto y prosperidad.