¿Has visto llorar a un corazón que recibió como misión el estar enamorado del todo y de la nada?  Difícil sin duda sería el apreciarlo, si la realidad te dice que es el ojo el que derrama las lágrimas y no del órgano vital que palpita en el pecho de aquél, que no siendo mudo de nacimiento, tuvo que callar lo que de su ser y su entorno apreciaba y sentía.

Por qué condenar al hombre y no al poeta causante de tanta confusión por transfigurarse en el amor, con la intensión de que otras tantas almas  pudieran cambiar al sentirse tan amadas.

Acusar debieran mejor a la inspiración, por ser cómplice del sentimiento, que ocasiona una emoción, que puede nublar en muchos la razón, al sentirse vulnerados en su pétrea figura, por las palabras escritas que fueron lanzadas al aire, para que viajaran por el universo humano y que definieran la dirección del camino, por el que se debe vibrar para llegar finalmente al destino, donde nació el amor.

Acaso ha de ser culpable quien de un pequeño destello de luz, puede  iluminar la conciencia de los que no han tenido paciencia para ver, para escuchar, para sentir, y hacer de aquella pequeña chispa un gran incendio en la vida de aquellos, que sin saber, también tienen un corazón que llora.

No te niegues la oportunidad  de sentir  con claridad lo que hoy te vengo a decir, despeja tu mente, libérala de todo sentimiento negativo, que no te permite ver que el Señor, siempre ha estado contigo.

enfoque_sbc@hotmail.com