El futbol es pródigo en vivencias que terminan por ser lecciones.

El juego del hombre, como decía el inolvidable cronista Angel Fernández, ha dejado para la posteridad como lema de toda competencia, una frase aplicable en cualquier ámbito donde cumplido un tiempo oficial debe haber un ganador:

“El último minuto también tiene 60 segundos”.

Se refieren esas palabras a que sobre lo que parece un resultado escrito, una jugada genial o un error puede hacer trizas los pronósticos más sólidos.

Curiosamente, esa frase le queda pintada a la política y en forma evidente, a un proceso electoral. Ese minuto, esos sesenta segundos, los representa el cierre del mismo. La antesala de la votación.

Viene al caso lo anterior por la confirmación que el martes se dio en Tamaulipas sobre la circunstancial alianza de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, para buscar, obviamente con un candidato común, la gubernatura del Estado.

¿Qué cambia esa suma de fuerzas en esta sucesión sexenal?

Hasta ahora pareciera que poco, dada la ventaja en intención de voto que todavía conserva el partido Movimiento de Regeneración Nacional, pero la superficie visible de algo, con frecuencia no tiene semejanza con lo que sucede en el fondo.

Le diré el porqué de esta percepción personal.

El poder de convocatoria de los tres partidos, juntos o por separado, en el presente aún parece insuficiente para ganar la silla principal del Palacio de Gobierno, lo cual hace que los morenistas echen desde ahora las campanas al vuelo en lo que ya saborean como victoria ineludible.

Bueno, yo no estaría tan seguro como ellos.

En este caso, pese a las cantadas debilidades de los tres institutos hoy en coalición, me atrevo a aventurar un escenario derivado del que poco se habla: Las fortalezas ­–que existen y conservan– de esos partidos.

Dicen los expertos que una elección se gana con tres factores, dinero, estructura y conocimiento del adversario. Y coincido con ellos.

Para mal de MORENA, de esas tres virtudes electorales sólo una tiene MORENA que comparte con el PAN: Dinero, pero adolece visiblemente de las demás.

La estructura es un mito dentro de esa facción. El partido está fracturado por las ambiciones y resentimientos y el plan rector para movilizarse ni siquiera tiene un esbozo, lo que difere enormemente con las células que el PRI mantiene en el Estado y a las que sólo falta reactivar con un combustible que Acción Nacional tiene más que suficiente en estos momentos: Recursos financieros.

En cuanto al conocimiento de los rivales, en Tamaulipas MORENA en realidad ve “por encimita” a sus rivales y a cambio, el PRD conoce al dedillo al morenismo y tiene en la yema de los dedos los flancos débiles de Regeneración Nacional.

Si fuera un marcador futbolero hoy sería de 3-1 a favor de la coalición.

¿Cuándo se podría notar esa carta bajo la manga?

En la campaña poco. Pero si se toma en cuenta que todavía existe un 20 por ciento de indecisos, que otro 20 por ciento de los ciudadanos históricamente deciden su voto en los siete días anteriores al de la votación y que la mitad de los sufragios dependen de la movilización en las urnas, esas horas podrían ser una lápida para MORENA. Con todo y sus casi 20 puntos de ventaja.

¿Habrá una jugada genial de la alianza?…¿Podría darse un error de MORENA?

No lo dude, el juego se decidirá en el último minuto…

UAT: LA ELEGANTE SENCILLEZ

Me gustó la ceremonia del Informe del Rector José Andrés Suárez y de toma de protesta de Guillermo Mendoza Cavazos, nuevo titular de la misma, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas-

La sencillez, la manera más directa de ser elegante, campeó en un recinto en donde no se manejaron cifras exultantes de triunfalismo y a cambio la sociedad conoció de manera real los sólidos avances de la institución.

Y algo sumamente importante:

Me gustó la tranquilidad reinante en el informe y en el relevo. En su ámbito interno y ante la sociedad es un regalo de la UAT al Estado y a sus familias. Es una gran satisfacción ver a mi Alma Mater entregada a la academia y al desarrollo, lejos de viejas turbulencias que todavía lastran el camino de otras universidades.

Buen trabajo ingeniero José Andrés Suárez. Buena suerte, contador Guillermo Mendoza…

 

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