Terminó la canícula más leve en la historia de la región, sus fechas oficiales fueron del 3 de julio al 11 de agosto del 2025, aunque la cultura popular identifica como la canícula chiquita, al periodo siguiente hasta las primeras lluvias de septiembre.
Sin embargo, cualquiera se pregunta cómo es posible que los camellones de las avenidas luzcan todavía hierbas y zacate amarillo, parece que no se entiende lo que es la canícula y que los pastos sufran los posteriores estragos.
Cualquiera, con la computadora que trae en su mano, puede investigar en INTERNET quien es el Ing. Sergio Jesús Rico, egresado del Instituto Politécnico Nacional y convencerse de que esos estragos se pudieron evitar.
Pero, al parecer, nadie en México se ha percatado de los beneficios del descubrimiento de este investigador mexicano, aunque en este espacio se haya publicado desde el 2015, es decir hace 10 años.
En 11 países triunfa su invento menos aquí.
El Ingeniero creó un polímero para solidificar el agua, es un invento genial contra la sequía, pues los sembradíos pueden resistir hasta 10 años sin ser regados.
¿Estamos escribiendo solo de los camellones citadinos, pero cuanto beneficio habría si se utilizara en el campo mexicano y cuantas cabezas de ganado se salvarían de la muerte por falta del vital líquido?
Su invento se denomina “Lluvia Solida” y se comercializa desde entonces en: la India, Colombia, Guatemala, Ecuador, Nicaragua, Portugal, Dubái, Haití y Estados Unidos, pero en México no se le da la suficiente difusión, a pesar de que hace apenas 2 años, el Ingeniero Rico estuvo personalmente en los campos del vecino municipio de Rio Bravo, Tamaulipas.
El procedimiento es sencillo, el polímero granulado se coloca a la altura en que llega la raíz de la planta y su función es la de encapsular el agua de lluvia, de esa manera, la raíz extrae poco a poco lo que necesita y el resto del agua no se filtra, se conserva ahí, hasta que se seca y se vuelve a convertir en polvo, que, al recibir más agua de lluvia, vuelve a hacer su función de preservación del líquido.
El inventor denominó su descubrimiento como “Silos de Agua” y reduce de un 50 a un 90 por ciento el consumo del líquido en la agricultura.
El mejor ejemplo de su beneficio lo obtienen en la India, donde las palmeras de coco que antes recibían un riego de 80 litros cada semana, ahora al utilizar el polímero, solo se les aplican 50 litros cada 3 meses.
Convertir el agua en sólida, brinda muchos beneficios; no se evapora, pero además se convierte en un “pellet” que dosifica el consumo y suelta solo la cantidad necesaria para brindar vida.
Además, se puede almacenar y transportar en tambos, cubetas o botellas, y su efectividad es mayor, pues en la ausencia de lluvias no se modifica su PH ni las sales que conserva y mucho menos sus nutrientes.
El polímero, al faltarle agua, se convierte nuevamente en polvo y recupera sus propiedades de almacenamiento cuando vuelve a recibir el agua.
Parece mentira, pero a veces nos hace falta navegar en INTERNET para conocer avances que pueden transformar el entorno, basta solo revisar You-Tube para conocer más detalles.
En 10 años es la tercera vez que toco el tema en este espacio, no pierdo la esperanza de que algún día vea menos amarillos los jardines de los camellones, mas verde el Parque de El Laguito y hasta con peces para que los habitantes pesquen sin tener que ir hasta la playa Bagdad.
Paciencia tengo, pero si los directores de Parques y Jardines de cualquier municipio conocieran esto, tal vez se darían cuenta de que, con poco riego, pueden mantener siempre verdes sus jardines, gracias a la LLUVIA SOLIDA.
Jorge Alberto Pérez González