La crisis nos recuerda tener humildad, conocer los límites de nuestra pericia y no asumir que el conocimiento técnico es lo que importa para que algo funcione. Hay habilidades que se necesitan en un mundo impredecible, porque la forma en que se va a enfrentar la pandemia será similar: distanciamiento social, mascarillas, vacunas y tratamientos cuando existan. Los principios son los mismos, la forma en que los haces funcionar los hace diferente.
El entorno es clave. En la cultura latina la gente es cercana, las familias tienen lazos, les gusta abrazarse. En culturas nórdica y británica, la proximidad física es menor por noción del espacio personal e individualidad.
En ciudades pobladas es difícil el distanciamiento social, se habita en espacios reducidos y en pobreza, condiciones a tomar en cuenta antes establecer cualquier estrategia para reducir las infecciones.
Desde 1993, Khanna, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard en Estrategia, gobernanza corporativa y negocios internacionales. Autor de Inteligencia Contextual que se publicó en Harvard Business Review, “habilidad para entender los límites de nuestro conocimiento y adaptar ese conocimiento a un ambiente diferente del que se desarrolló”.
En 2008, Joseph Nye, profesor de la Escuela de Gobierno de Harvard, pionero de la teoría del soft power o poder blando, la definió: “habilidad intuitiva que ayuda a un líder a alinear las tácticas con los objetivos para crear estrategias inteligentes en situaciones nuevas”, capacidad de interpretar nuevas realidades.
Se construye con capacidad analítica y conocimiento adquirido de nuestras propias experiencias. La restricción para viajar y distanciamiento social dificultan la forma cómo se adquiere el conocimiento de un contexto en particular. Hacer amigos, hablar con la gente, aprender el idioma, entender cómo funciona una sociedad, ¿cómo lo haces? Hay que adaptarse, crear grupos y reunirlos en una plataforma de video para conocer sus puntos de vista. Es fundamental que se escuchen las voces de quienes se especializan en un mercado y las de otros actores de esa sociedad.
Aunque tu negocio sea tecnológico funcionará sí apela al humano. Por eso debes pedir opinión a tecnólogos, expertos financieros, funcionarios, activistas sociales, adolescentes, periodistas. La idea es tener la visión más completa por muestras representativas de la población y aprovechar los recursos que existen.
No se trata de darnos cuenta de cuán buena es nuestra compresión de la nueva realidad, sino cuán bien nos adaptamos.
La Inteligencia contextual los empleadores la buscan en candidatos para posiciones de liderazgo para comprender nuestra realidad, independientemente de lo que hagamos y tomar mejores decisiones.
Los problemas más difíciles de la sociedad no son los relacionados con la ciencia, los más complejos tienen que ver con el comportamiento y con cambiar la mentalidad a la gente. ¿Cómo resolver el cambio climático y enfrentar pandemias futuras?, se trata de comportamientos y actitudes. La ciencia ayuda a enfrentar problemas, y hay que desarrollar visión para ver la sociedad, al hacerlo desarrollas inteligencia contextual.
Cuando se va a iniciar un negocio en un país en vías de desarrollo se debe hablar con personas de las zonas pobres. Usualmente nadie les pregunta, se les ignora. Un aparato médico, una persona pobre no lo usará por pensar que es demasiado caro y ni lo tocara, siendo barato. Hay que romper ese tipo de indefensión, de impotencia aprendida. Veo a personas pobres frente de un hospital construido para ellas, sin entrar, porque no pueden creer que sea para ellas. Eso amerita inteligencia contextual: tienes que saber que esa mentalidad existe y cambiarla, es difícil.
Para emitir muy buen juicio, necesitas grado alto de orientación contextual y eso cobra importancia en circunstancia difícil, ambigua, cuando falta información. En esas situaciones de incertidumbre, es importante que la inteligencia contextual se alíe con la inteligencia emocional: Sin sensibilidad hacia las necesidades de los demás, el análisis cognitivo puro y la experiencia extensa son insuficientes para un liderazgo eficaz.
¿En una charla en 2013, “Do US Presidents Matter?” (¿Importan los presidentes de EE. UU.?), Nye decía que la inteligencia contextual significa comprender la cultura y ser conscientes de que cuando se pasa de una compañía a otra, de un país a otro, la cultura cambia. Se trata de comprender la distribución del poder, comprender las necesidades de quien te sigue. Para comprender tu relación con ellos debes comprenderte a ti mismo. Ahí entra en juego la inteligencia emocional, capacidad de comprender propias emociones, limitaciones y habilidades, y cómo puedes usar eso para relacionarte con otras personas y lograr que te sigan.