Ninguno de los dos quiso dar la cara a la cámara, estuvieron dispuestos a hablar, pero no a ser grabados, ambos son venezolanos, pero no se conocen, uno de apenas 22 años y el otro de 36.
Huyeron de su país por la falta de oportunidades, el más joven se hacía cargo de sus abuelos, vivía con ellos en su casa, pero cada día le alcanzaba menos para lo necesario, además de que en muchas ocasiones lo que requería no se conseguía.
Con tristeza veía como se deterioraba cada día la apariencia de sus abuelos y al no poder conseguir otro trabajo mejor remunerado, habló con sus hermanos mayores y les dijo, yo ya me voy a los Estados Unidos, ustedes háganse cargo de los abuelos, yo ya no puedo.
Y emprendió su camino al norte, fueron meses de travesía, a veces a pie a veces en camión y hasta en tren, el país más peligroso para él fue Guatemala, le robaron todo, lo que más le dolió fue perder el teléfono celular con el que mantenía comunicación con su familia.
Ya en México las cosas cambiaron para él, una señora le dio asilo cuando lo vio llorando en una plaza, además le consiguió un trabajo, lo que le permitió, no pagar alojamiento ni comida, todo su ingreso tenía un solo objetivo, juntar lo suficiente para adquirir un teléfono celular.
En cuanto lo consiguió, dio las gracias y prosiguió su camino, llegó a Monterrey el día primero de mayo de este 2023, pensaba estar ahí un tiempo mientras conseguía algo de dinero trabajando en lo que fuera, pero alguien le dijo que habría cruce masivo por Matamoros a los Estados Unidos antes de que concluyera una ley especial para los migrantes.
Armó su itacate con todas sus pertenencias y en una gasolinera de Guadalupe Nuevo León, un chofer de tráiler le ofreció el anhelado raid hasta pisar Matamoros.
2 días estuvo en el campamento improvisado a orillas el Rio Bravo y se unió a la cuerda que alguien amarró de México a USA, su sueño se hizo realidad, cruzó la frontera pisó la Unión Americana y fue invitado por una agente de la Border Patrol a pasar a una carpa provisional instalada en un campo de Golf abandonado, junto a la Universidad de Texas en Brownsville, para que le tomaran sus datos y una fotografía.
La amabilidad de la Migra, hizo que se sintiera la esperanza de que todo había terminado, su travesía desde Maracaibo a Brownsville Texas era todo un éxito y solo faltaba que lo dejaran ir directo a Indiana donde su prima lo esperaba.
Con gran ilusión escribió vía WhatsApp, ¡Prima ya estoy en Texas, dame de nuevo tu domicilio para decirle a los agentes a donde voy! Y la respuesta inmediata de la pariente lejana, ¡Qué bueno primo, esta es la dirección, aquí te espero!
Después de dar los datos y que le tomaran las huellas, los atentos agentes de Migración, los llevaron a una bodega, pudieron comer todos y descansar, pero a las 10 de la noche en grupos de 40 personas aproximadamente comenzó una nueva travesía en autobús tipo escolar.
El destino, el puente Internacional Gateway que cruza a Matamoros, y que está ubicado a metros de donde él y todos los del autobús, habían tomado la cuerda para cruzar el rio Bravo.
La letanía fue amenazante, “Todos ustedes ya han sido registrados, intentaron cruzar la frontera ilegalmente, así que si lo vuelven a hacer serán detenidos en una prisión de los Estados Unidos, y cuando cumplan su condena serán deportados a su país de origen. Esto que hicieron no es considerado una felonía, pero si lo vuelven a hacer entonces sí tendrán cargos. Utilicen la Aplicación para solicitar su cita, es la única manera de ingresar legalmente a los Estados Unidos de América.”
La próxima semana les contaré lo que me dijo el hombre de 36 años, por lo pronto les comparto esto que hace un nudo en la garganta y que a un joven de 22 años que me encontré llorando en la margen del Rio Bravo LE DESTROZÓ EL CORAZÓN.
Jorge Alberto Pérez González