Usted dirá lo que quiera mi estimado lector, su opinión siempre será respetada y tomada en cuenta, por ello, sintiéndome poseedor del mismo privilegio, me atrevo a testimoniar la presencia en el entorno de un ambiente muy cargado de energía negativa.
Si es de las personas que tienen una alta sensibilidad para percibir los fenómenos extraordinarios, que pasan desapercibidos para muchas otras, entonces, no me dejará mentir de la existencia de un alto grado de saturación de malas vibras en el ambiente, y que de no existir una estrategia neutralizadora de su influencia negativa, la incidencia de enfermedades físicas y mentales seguirá aumentando.
No deseo que esta sea una preocupación más, de hecho, puede ignorar lo que estoy narrando, sólo le pido que observe con más detenimiento todo lo que está aconteciendo y tendrá la oportunidad de poder tomar medidas anti estrés para prevenir ser una estadística más en este tipo de casos.
Cada vez que nos dejamos abrumar por el efecto nocivo de las malas noticias que recibimos continuamente, estamos vulnerando nuestro sistema inmunológico y desactivando los mecanismos de defensa naturales que poseemos para no enfermar tan frecuentemente.
Aleje de su mente los pensamientos negativos, piense en positivo y su cuerpo responderá satisfactoriamente, no se deje contagiar por el pesimismo, porque con ello, abona más a la sensación de desesperanza que condiciona el malestar.
Tenga fe en Dios y piense en el amor como la mejor fuente de energía positiva con la que podemos combatir la negatividad que se genera en nuestro entorno.

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