Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), la situación será tan mala o peor que en 2009. Se espera rebote de la economía en 2021, sólo si se logra contener el Covid-19 en el mundo y evitar que problemas de liquidez sean problema de solvencia. Las naciones en desarrollo necesitan 2.5 billones de dólares para enfrentar la pandemia. A muchas economías emergentes la reducción de la demanda afecta sus exportaciones, el turismo, la manufactura y en general. El FMI tiene solicitudes de ayuda de 50 países emergentes y 31 de ingresos medios. Esta cifra es una estimación conservadora.
Una preocupación del FMI es que exista una ola de quiebras y despidos que afecten el avance de la economía y la composición misma de las sociedades en el mundo. Destacó las acciones impulsadas para lidiar con la crisis, como la inyección de cinco billones de dólares a la economía mundial anunciada por el Grupo de los 20 (G20) Para respaldar eso, el FMI lanzó un rastreador de acciones políticas para 186 países con el objetivo de ver quién está haciendo qué. Se actualizará esta información periódicamente para proporcionar análisis específico de cada país de acuerdo con la vigilancia. El FMI tiene un fondo de emergencia de 50 mil millones de dólares. El grado de contracción del Producto Interno Bruto mundial y el ritmo de recuperación dependen directamente de la velocidad en el control de la pandemia y de la fuerza y coordinación de las medidas de política monetaria y fiscal que se implementen.
La calificadora Standard and Poor’s (S&P) dice que la economía mexicana sufrirá duro golpe por el COVID-19 y la caída del PIB en Estados Unidos, principal socio comercial, y la disminución del precio internacional del petróleo, con caída en el PIB de entre 2 y 2.5% para este año. El crecimiento de México estará por debajo del promedio de Latinoamérica. Las perturbaciones, aunque temporales, empeorarán la dinámica de crecimiento del PIB y su tendencia 2020-23.
En México se han presentado jornadas bursátiles con bajos que no se daban desde el crac de 1987. Durante varios días el mecanismo automático que detiene la Bolsa entró en acción al llegar la caída al 7%. En Estados Unidos la baja dio un crac como en 1987, Dow Jones cayó 10%. En divisas, el peso cayó a 25 por dólar, aunque las medidas del Banco de México lograron mantenerlo en 24 por dólar, gracias a 5 mil 500 millones de dólares en subastas.
La caída de los mercados es abismal. La volatilidad en los mercados financieros globales por el avance del Covid-19 provoca la peor crisis global, si continua la incertidumbre 3 meses más, habrá recesión económica. La subida en los precios del oro, del tipo de cambio del peso-dólar, la demanda de bonos de Estados Unidos de 10 años, prueban que, por incertidumbre en mercado financiero, los inversores buscan proteger sus recursos en instrumentos financieros más seguros y estables. Las estrategias de los gobiernos podrían estar dirigidas sobre los siguientes puntos:
Proporcionar gastos de emergencia para combatir la propagación del virus y desarrollar vacunas para frenar el avance de la enfermedad (México ni siquiera aplica las pruebas para detectar casos) Implementar políticas monetaria y fiscal para buscar la estabilidad económica, incentivos fiscales (México aún no define cómo, cuándo y cuánto y en que consiste la ayuda) La intervención de los Bancos centrales para aminorar la caída de los mercados financieros y darle la liquidez necesaria (El Banco de México intervino con éxito y estabilizó la relación peso-dólar, minimizando daño) Los Bancos Centrales ajusten tasas de interés para estabilizar la economía y otorgar préstamos a tasas preferenciales. Evitar despidos masivos de trabajo en los próximos meses y evitar la contracción del consumo de los hogares En México el 53% de la población económicamente activa depende del mercado informal (El daño podría ser terrible y repercutir en la economía formal)
La contracción de la producción de bienes y servicios tendrá repercusión negativa en la generación de empleos y despidos masivos, que afecta a inversionistas y toda la población. El temor regula las decisiones de inversión por la gran volatilidad en los mercados financieros globales y sus efectos a corto, mediano y largo plazo. Asimismo, se tiene expectativa negativa de crecimiento del PIB global, y un crecimiento lento de las economías, que incluso podría ser más catastrófico con una mayor crisis bursátil y una recesión económica global.