Por mucho que quieran maquillar las circunstancias reales en torno al Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021 aprobado con 297 votos de Morena y aliados, los actos en el terreno de los hechos confirmará en los próximos meses y antes de que llegue el 6 de junio de 2021 (día de elecciones), la inhabilidad o parálisis económica de las instituciones federales en temas que tiene que ver con obras para el desarrollo económico y social de Tamaulipas.
El diputado federal del 7º Distrito con cabecera en Madero, Erasmo González Robledo, cortesano en el ciclo de la 4ª T, se ha esforzado en hacer una defensa de la artera acción de sus compañeros morenistas y aliados, a quienes el pueblo tamaulipeco tendrá que juzgar y muy pronto, cuando les llegue la realidad de estos actos.
Erasmo y demás integrantes del escuadrón de la lealtad con el Palacio Nacional, argumentan que la reducción para Tamaulipas es de 2.1 por ciento, lo cual representa 685 millones menos con respecto al presente año, pero en 2020 hubo otra reducción en comparación con 2019 a la que no hace mención y que repercutirá en 2021.
Tampoco aclara que él sólo ha explicado el tema de las participaciones que son intocables, porque están estipuladas por ley, tiene un porcentaje que no sufre variación, pero, que en 2021 al haber menos captación de ingresos la redistribución seguramente bajarán de manera importante. Es decir el presupuesto aprobado puede ser disminuido, así como en otras épocas fue incrementado al avanzar el año fiscal.
A lo que no ha dado explicación Erasmo es al recorte de 7 mil millones de pesos conformado por los siguientes renglones: Ramo 28 participaciones, 1,735.50 mdp; convenio con Universidades 2,315.00 mdp, lo cual impacta directamente a la máxima Casa de Estudios de Tamaulipas; Ramo 52 PEMEX 1,754.60 mdp; Ramo 09 SCT 686.30 mdp, con afectación directa a carreteras.
Hay otros ramos el 08 Rural, el 50 del IMSS, el 51 del ISSSTE, el 16 de SEMANAT, el 06 SHCP referente a Seguro Catastrófico, el 36 FORTASEG, el 11 de Educación, el 12 de Salud, el 14 de Trabajo y todos, con la excepción del convenio con universidades, el resto, son de competencia federal, se trata de recursos que nunca han pasado por el Palacio de Gobierno y el reclamo es que llegue a cada una de las instituciones correspondientes.
De todos los anteriores renglones, el único que era enviado a Gobierno del Estado es el que corresponde a las universidades, pero todo lo demás son programas o instituciones a cargo de las delegaciones federales, y ahora lo reclaman los diputados federales del PAN y PRI porque al no llegar esos presupuestos, obviamente afectará las condiciones de vida de los tamaulipecos .
Al respecto Erasmo González cabeza principal de los diputados federales morenistas debe de explicar la ausencia de esos 7 mil millones de pesos que ya no llegarán a Tamaulipas, sólo así dejará satisfecha una parte de los tamaulipecos que si tienen una clara visión de qué 2021 está muy lejos de parecerse al 2018, al parecer los corruptos eran mejor administradores.
POR SÍ TRUMP SE NIEGA A ENTREGAR EL PODER
En Estados Unidos los medios de comunicación han hurgado en los 244 años de historia en las tomas de protesta de los presidentes de esa nación para responder a la pregunta que se hacen los ciudadanos de ese país, ¿Qué puede ocurrir, si Trump se negara a abandonar la Casa Blanca? Y es realmente interesante, reproducimos aquí un breve resumen de datos que vale la pena conocer.
En 244 años contados a partir del primer presidente norteamericano John Adams, sólo uno no quiso entregar el cargo a su sucesor Thomas Jefferson, y ese fue precisamente Adams. En esa época no se había establecido el protocolo, que hoy se conoce como “la regla del mediodía del 20 de enero”, pero eso no fue impedimento para celebrar el juramento sobre la biblia del nuevo Jefe de la Nación.
Jefferson rindió el juramento para asumir la Presidencia de Estados Unidos sin la presencia de Adams en un lugar externo a la Casa Blanca.
Pero lo realmente interesante es que, con o sin la voluntad del ex inquilino de la White House, el personal de la residencia oficial procede en la fecha aludida a sacar las pertenencias del saliente y a recibir y acomodar mobiliario del entrante, para entonces ya están enterados de que los ex habitantes distinguidos ya no pueden dar órdenes, de la misma forma actúan los órganos de seguridad, que cortar comunicación oficial con el que se va.
A partir de esa hora y esa fecha, todos los titulares de la Casa Blanca se preparan para irse, nadie quiere sufrir la humillación de ser ignorados o quizá desalojados por los órganos del Estado.
El ejército, el Servicio Secreto, la CIA, FBI y todo el personal de la Casa Blanca, operan bajo un código, el de servir a un hombre o mujer que asume el poder por voluntad del pueblo en una elección.
Tan pronto Biden (igual que sus antecesores) fue declarado oficialmente por los escrutadores en los estados como ganador, ocurrió lo siguiente: El servicio secreto dividió su atención entre el titular del presidente entrante y quien aún está en el poder; la CIA comenzó a informar a ambos, incluida la inteligencia ultra secreta que tradicionalmente está reservada a un individuo: el Comandante en Jefe.
El personal de la Casa Blanca empieza a rehabilitar la residencia para recibir a los nuevos inquilinos y al mediodía del 20 de enero, se encargará de retira todas las pertenencias de quienes tienen que abandonar la casa y recibir las pertenencias de la nueva familia presidencial.
No hay dudas en lo que procede, los protocolos están por escrito y se han cumplido durante más de dos siglos, por ejemplo las deducciones al salario de Trump por el alquiler de la Casa Blanca cesan en enero de 2021 y comienzan a aplicarse al salario presidencial del Joe Biden.
También en automático Melania Trump deja de ser la jefa de la Casa Blanca el 20 de enero al mediodía, e inmediatamente la Dra. Jill Biden asume esa titularidad es decir al medio día del 20 de enero.
A esa misma hora y día, todos los órganos de poder de Estados Unidos cortarán la comunicación oficial con el presidente saliente; el Pentágono, la CIA, el fiscal general, mientras que el servicio secreto mantendrá una comunicación mínima ya que debe proteger a los expresidentes el resto de su vida.
Además de testificar el juramento del presidente entrante (aunque puede no hacerlo), Donald Trump puede participar en la ceremonia en el que le saludan por última vez, el personal y pilotos que operan el beast (vehículo blindado) y el Airforce One (avión privado) especialmente equipado para el presidente. Ellos saludarán a Trump por última vez y dirigirán su atención a Joe Biden. La Bestia recibirá las muestras de sangre del nuevo presidente, por cualquier eventualidad.
Todos ya saben qué hacer, cuales son los pasos a seguir, así ha ocurrido durante 244 años.