La presentación en sociedad del Plan Institucional de Desarrollo de la UAT a cargo del MVZ Dámaso Anaya Alvarado proyecta la visión de los universitarios para llegar a ser  “la institución de educación pública media superior y superior del norte del país, con mayor impacto en la comunidad”, cumpliendo con la misión de “formar profesionistas íntegros con un enfoque humanista, comprometidos con la transformación social…”

Sus objetivos de corto y mediano plazo se derivaron de una intensa labor de diálogo, de encuestas y de atención a “focus groups” durante las giras de diagnóstico para identificar sus fortalezas y debilidades.

En síntesis, las fortalezas están en el personal académico, acreditados con doctorados y maestrías; entre sus debilidades, se destaca que en casi todas las Unidades Académicas tienen deficiencias en la investigación científica y su escasa transferencia; el problema es más grave ante la falta de pertinencia de su oferta educativa y la precaria vinculación social.

Lo anterior explica el énfasis del Plan en el compromiso por actualizar su oferta educativa, encarar la innovación laboral de la 4ª Revolución Industrial y subirse al tren que conduce a una sociedad del conocimiento al servicio de la población.

La verdad sea dicha, es un Plan Institucional bien elaborado y fundamentado, que propone las acciones necesarias para superar las problemáticas identificadas y reitera el compromiso de corregir el rumbo para retomar su liderazgo y vocación por servir a Tamaulipas.

El enfoque humanista, con responsabilidad social y ambiental para adaptarnos al cambio climático y la inserción en los procesos de transformación de la Nueva Escuela Mexicana, posicionan a la UAT en la segunda etapa de la Cuarta Transformación de la “Era Claudista”.

Tenemos que reconocer que se ha avanzado en materia de la formación docente y en la modernización de la infraestructura y equipamiento, pero su diagnóstico reconoce que en los últimos diez años la universidad se estancó, su matrícula se redujo de 38,889 en el 2013 a 37,781 en el 2023, mientras que la educación superior privada ha crecido, por lo que la UAT ha contraído su impacto y ahora representa tan solo el 26% de la matrícula total en el nivel superior en Tamaulipas.

El otro desafío de los universitarios es el problema del alto grado de abandono escolar, que se traduce en el hecho de que, a pesar de todos los esfuerzos por mejorar el indicador, solo el 46% de los estudiantes que inician sus estudios logra concluirlos;  también registran entre sus problemáticas, la falta de ocupación de sus egresados en el campo profesional que estudiaron, lo que demuestra la falta de pertinencia de su oferta educativa y la deficiente vinculación con su entorno socioeconómico.

Por otra parte, es destacable que la comunidad estudiantil se ha feminizado gradualmente, para llegar al nivel en que el 58% de su matrícula son mujeres y seguramente a la hora de egresar la proporción se ampliará a favor de las estudiantes.

¿Que se proponen hacer de ahora en adelante los universitarios liderados por el Doctor Anaya? Eso se responde en la priorización de los objetivos, estrategias y actividades comprometidas en el Plan Institucional para los próximos cuatro años. Del documento publicado se destacan las siguientes:

  • Promover la formación en áreas emergentes, como la biotecnología, inteligencia artificial, robótica, energías renovables, agricultura sostenible y economía circular.
  • Promover la generación de espacios de aprendizaje multidisciplinario orientados a la resolución de problemas sociales.
  • Garantizar la excelencia y pertinencia educativa de los programas educativos de pregrado y posgrado con el fin de atender las necesidades actuales y futuras de la sociedad Tamaulipeca.
  • Garantizar una oferta educativa inclusiva, pertinente, flexible y diversificada, que atienda las necesidades del desarrollo local y regional.
  • Integrar la responsabilidad social en los programas educativos, incluyendo cursos, proyectos de intervención y actividades extracurriculares relacionadas con el desarrollo sostenible.
  • Impulsar una vinculación social y productiva que contribuya a la formación integral del estudiante y al fortalecimiento del bienestar colectivo con sentido humanista y orientación a la solución de problemas.
  • Promover el desarrollo integral de los alumnos que impulse un impacto social para mejorar el bienestar del Estado y su progreso.
  • Establecer un modelo de vinculación que fortalezca la colaboración de la academia con las organizaciones sociales, los sectores productivos y entidades gubernamentales.
  • Promover la conformación de un modelo de emprendimiento social y económico con enfoque sustentable, pertinente con la cultura y el entorno del Estado y país.
  • Fortalecer la capacitación y actualización disciplinar de los profesionistas a través de la educación continua y la formación para la vida.

La ruta está decidida, los universitarios cuentan con todo el respaldo de la sociedad y del gobierno estatal en su afán para transformar positivamente a la sociedad y hacer de su ideario humanista y ambientalista una bandera que entusiasme y movilice a los verdaderos protagonistas de su reinvención y superación: el estudiantado y el profesorado.

Numeralia:

  1. La UAT cuenta con 318 laboratorios y talleres, 84 centros de cómputo, 38 bibliotecas y 62 auditorios.
  2. Se ofertan 87 maestrías, especialidades y doctorados, 39 están acreditados por el CONACHYT, atienden a 2,106 estudiantes, de los cuales 182 son de doctorado.
  3. $ 5’708,462,155.67 ingresos presupuestados para la UAT en el 2024.

Fuente: UAT/PDI2024-2028-Digital.pdf; y RPT_CO_Estado_Ejercicio_IngresosE_CP2.