En la política se realizan transacciones como en toda actividad productiva, donde se presta un servicio y se obtiene una recompensa material, de tal manera que hay retribución para ambas partes. Eso ocurre ahora con el cambio de camiseta del diputado federal Mario Alberto Ramos Tamez ligado al Movimiento Ciudadano desde 2014 y que ahora se convirtió al panismo.
Este cambio de color en el tablero político lo podemos examinar desde dos aristas, la local y desde el centro. En el plano nacional Dante Delgado Rannauro mandamás en Movimiento Ciudadano se observa más cercano de Morena que de los principios que dieron forma a su partido.
Mientras que Ramos ha sido un crítico light del Gobierno de la Cuarta Transformación, pero crítico al fin, por lo menos no sumiso.
Y es precisamente por esa postura que el PAN lo suma a su proyecto y le será de gran utilidad por tratarse de un representante popular del V Distrito con cabecera en Victoria, donde la sombra de Xicoténcatl González Uresti, no le hace nada bien a Acción Nacional, con todo y que él mismo diga que fue candidato ciudadano y que no es militante.
En esas circunstancias el PAN requiere de una voz de denuncia, crítica, emitida desde el bando azul y hasta ahora sus principales figuras políticas no se les ve ese arrojo. Mario Alberto no es el gran orador, ni una figura de ligas mayores, pero si tiene el brío y el carácter para enfrentar las batallas de la localidad.
En su campaña a diputado federal en la coalición “México al Frente” en la que concurrieron PAN y PMC, Mario Ramos empuñó la figura de los cuernos ligada al apellido Cabeza de Vaca, en esa ocasión al lado del hoy senador Ismael así que no es nuevo para él este escenario político.
Sumar un diputado más en la bancada de la Cámara de Diputados puede no tener tanta trascendencia como los resultados que pueda aportar en el V Distrito en la lucha electoral que está por venir, pero que desde ahora tiene construirse camino al triunfo.
Ramos Tamez pierde desde ahora la oportunidad de la reelección, porque llegó como candidato del Movimiento Ciudadano aunque fuera en coalición con el PAN y PRD, la ley electoral establece que tendría que ser registrado por el mismo partido o coalición, y si hubiera llegado por la vía independiente también tendría que repetir por ese mismo conducto.
Desde luego si hace un buen trabajo en lo que resta del año, puede ser considerado para otras opciones que se estarán dirimiendo en las urnas en 2021, diputación local, alcaldía, o sencillamente ser recompensado con puesto administrativo.

DESPUÉS DE XICO LO QUE VENGA ES BUENO
Por lo pronto ya muchos los candidatean para la alcaldía, después de Xico, cualquiera puede hacer mejor papel. Y en esas manifestaciones hasta el diputado Arturo Soto dijo que lo apoyaría si fuera el caso, porque él (Arturo) “no tiene interés”. Esta expresión nos recuerda a la zorra de la fábula de Esopo, que al no alcanzar las uvas dijo que no estaban maduras y desistió.
Retomando el tema del Mario Alberto panista, gana con el cambio porque salta a un partido de ligas mayores y que está en el poder estatal, con ello se le abre un horizonte más amplio.
En síntesis ambas partes (PAN y Ramos) ganan con esta transacción política. Este es el principio de otros movimientos que estaremos viendo muy pronto en la arena política como parte del calentamiento natural, de la madre de todas las batallas electorales del presente lustro, porque en 2021 se sentarán las bases de lo que podemos esperar en el 2024.