A lo largo de la historia hemos podido constatar que las instituciones no han surgido por casualidad, su origen está ligado a un conjunto de circunstancias que han marcado a la humanidad y que han hecho necesaria la existencia de organismos dedicados a la defensa de nuestros derechos y libertades. La Corte Interamericana de Derechos Humanos es un ejemplo de ello, surge de la necesidad de proteger a las personas frente a las violaciones de los derechos humanos. Es el camino donde la justicia busca abrirse paso entre el silencio y el miedo, especialmente en países en donde los recursos de protección se agotan y el estado de derecho comienza a debilitarse.
La necesidad de un marco jurídico sólido para la defensa de los derechos humanos llevó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) a convocar en noviembre de 1969 la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos en San José de Costa Rica. Como resultado de esta reunión se redactó la “Convención Americana sobre Derechos Humanos”, que se formalizó en un tratado vinculante que establece derechos y obligaciones para los Estados y define los derechos fundamentales, así como los mecanismos para su protección y cumplimiento. Dicho tratado entró en vigor el 18 de julio de 1978, una vez que 11 países lo ratificaron. Aunque 25 países han avalado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, solo 20 de ellos han aceptado la jurisdicción plena de la Corte para resolver casos contenciosos entre ellos México. Este documento se considera la culminación de un proceso iniciado después de la segunda guerra mundial, cuando en 1948 se aprobó en Bogotá la “Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre”.
Los Estados que adoptaron la convención eligieron a los primeros jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dando inicio a la conformación de un Tribunal que se convertiría en un símbolo en la protección de los derechos humanos. Su primera reunión se celebró en Washington D.C. y, poco después la Organización de los Estados Americanos OEA confirmó su sede en San José Costa Rica, donde fue inaugurada el 3 de septiembre de 1979.
El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, forma parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA) está compuesto por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un organismo autónomo que se ocupa de recibir denuncias y analizar posibles violaciones a los derechos humanos. La Corte Interamericana, por su parte, se encarga de juzgar los procesos que le presenta dicha Comisión, emitiendo un fallo de cumplimiento obligatorio para los Estados.
Para que un caso pueda llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, debe seguirse un procedimiento establecido. Primero, el expediente es presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que actúa como un filtro previo. Dicha Comisión analiza la denuncia, intenta alcanzar una solución amistosa con el Estado involucrado y, si es necesario emite recomendaciones. Si la Nación no cumple con dichas recomendaciones o el asunto es de especial gravedad, la comisión puede remitirlo a la Corte Interamericana, que se encargará de juzgarlo y emitir una resolución vinculante.
Hasta diciembre de 2023, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dictado un total de 547 sentencias en litigios contenciosos, es decir, aquellos en los que se ha determinado si un Estado violó derechos fundamentales y se han emitido fallos obligatorios. De ese total, 12 corresponden a México, cada caso puede consultarse en el sitio oficial de la corte IDH. La última resolución de la Corte Interamericana contra México, en 2023, resolvió que la prisión preventiva oficiosa contraviene los estándares internaciones de derechos humanos y ordenó su eliminación, considerando que vulnera la libertad, y la presunción de inocencia dado que somete a una persona a una reclusión en forma anticipada a una sentencia, fallo que México no ha cumplido.
Mas allá de comprender la estructura y el funcionamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es importante que los ciudadanos conozcamos su existencia y el papel que desempeña como tribunal internacional especializado en la protección de los derechos humanos. Este organismo representa una instancia a la que se puede recurrir cuando se contravienen los derechos fundamentales y los Estados son omisos en garantías. Un ciudadano informado es menos vulnerable y cuenta con más alternativas para defenderse ante la iniquidad.
El respeto a los derechos humanos por parte del Estado es esencial para evitar la represión y la injusticia. Cuando los órganos estatales actúan sin límites, se debilita el Estado de Derecho. Un Estado que ignora sus obligaciones en esta materia pone en riesgo la libertad, la seguridad y la dignidad de los ciudadanos.
Hay una frase de Nelson Mandela que describe la importancia de los derechos humanos en toda sociedad, dice: “Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad”.