Ayer, dos renuncias, una declaración y un triunfador inesperado, encendieron los focos rojos en el Congreso del Estado.
Para tratar de analizarlo, vamos si me permite, por partes.
Las renuncias fueron protagonizadas en desdoro de MORENA y en beneficio de Acción Nacional –ya todos están enterados– por las diputadas Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez, de distritos correspondientes a Matamoros y Mante respectivamente.
Para muchos fue sorpresa, pero en realidad ya lo había adelantado el saliente presidente de la Junta de Coordinación Política, Félix García Aguiar, cuando tres días antes de ser relevado de la legislatura a su cargo, casi tímidamente deslizó en una entrevista “que podían darse adhesiones a la fracción de Acción Nacional, como ya había sucedido”. Pasó casi inadvertido, pero era obvio que de darse serían de legisladores emanados de MORENA.
Prácticamente todos interpretaron la señalado como un buen deseo, pero la decisión hecha pública este jueves se preparó casi desde que las dos damas recibieron la constancia de mayoría, si no es que en el momento mismo de ser registradas como candidatas.
Dos saldos quedan de ese par de despedidas a MORENA.
Uno es el zape en la nuca para Regeneración Nacional, que acariciaba con la ayuda del Partido del Trabajo la esperanza de alcanzar la mayoría calificada para reformar nuevamente la Constitución. El otro, es que la bancada azul exhibió lo dispareja que es y será a su favor la confrontación con el partido mayoritario, al dar una muestra de su perversidad política frente a una evidente ingenuidad guinda, que en el festejo de la victoria descuidó sus flancos. Esta historia no ha terminado.
Vamos ahora con la declaración.
Ayer mismo también quedó claro el acierto de haber elegido para dirigir a la fracción morenista y presidir la JUCOPO, a Armando Zertuche Zuani.
El mejor argumento lo dio su colega el diputado José Braña Mojica, quien saltándose cercas y trancas lanzó al aire que esa bancada buscará por todos los medios no compartir el mando de la Junta con el PAN, sobre lo que establece el reglamento en la materia. No anunció adecuaciones a leyes para mejorar la vida de los tamaulipecos, no se comprometió a buscar caminos para apuntalar el desarrollo de Tamaulipas. Nada de eso.
Lo que sí dejó sobre la mesa con su exabrupto es la percepción de que el objetivo primario de su partido es detentar el poder, antes de cualquier otra meta. La prioridad, según este señor, es el control del Congreso, no cumplir con la responsabilidad legislativa que le encomendarons los votantes. Hay gente que no puede aprovechar la oportunidad de oro, asienta un viejo proverbio chino, de quwdarse callado.
Y pensar que el señor Braña fue considerado para presidir la JUCOPO.
Bueno ¿Y quién fue el triunfador de la jornada?
Nada menos que el Partido Revolucionario Institucional. En serio.
Las tres curules derivadas del PRI en este momento valen su peso en oro en la actual legislatura. Serán el agregado o el degradado que permita una reforma o la estanque, así de sencillo.
De ser una fracción para algunos menospreciada pasó a convertirse en la inesperada mano que tendrá la posibilidad de mecer la cuna en el Congreso tamaulipeco. De su voto dependerá en gran parte el giro que tome la vida política del Estado, lo que hará de su coordinador, Edgar Melhem Salinas, un factor de poder real.
Cuál fracción de las dos mayoritarias tendrá más posibilidades de quedarse con lo que en los hechos sería el fiel de la balanza, dependerá no sólo del oficio político de líderes y diputados, sino de los acuerdos que en el plano nacional se adopten en la ruta de la sucesión gubernamental. Vaya galimatías.
La conclusión es como dicen los cronistas futboleros:
Hay partido señores…
LA FRASE DEL DÍA
“Los pactos políricos entre fracciones adversas son siempre de mala fe, aunque sean convenientes”…
John William Cook
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