Entre la diversidad de misiones planeadas por la NASA para los próximos años, hay una que particularmente llama mi atención: el Telescopio Roman de la NASA. Este proyecto, programado para el año 2027, tiene como objetivo principal la búsqueda de acumulaciones de materia oscura en el Universo, así como la comprensión de su papel fundamental en la estructura cósmica. Pero ¿qué es la materia oscura?

La materia oscura, a través de su fuerza de gravedad es la responsable de mantener unidas estrellas y planetas de nuestra galaxia y todo tipo de sistema gigantesco en el cosmos. Sin ella, todo en el universo estaría desprovisto de dirección, lo que resultaría en un caos. Los astrónomos explican que cuando se formaron las galaxias, la materia oscura permaneció como un “halo difuso oscuro” alrededor de ellas, mientras que otros elementos, como los átomos, se movieron en otras direcciones para cumplir sus funciones.

En el libro de Stephen Hawking y su hija Lucy Hawking, titulado “El Origen del Universo”. En éste, se aborda una de las preguntas más básicas que podemos plantearnos: ¿De qué está hecho el mundo? Para esto nos remontamos al filósofo griego Demócrito, quien afirmó que todo está formado por unidades indivisibles que él llamaba átomos, y tenía razón. Incluso, en los últimos dos mil años, los científicos han complementado su pensamiento. Esta explicación sencilla nos ayuda a comprender que todo lo que observamos en nuestro mundo cotidiano está compuesto por las combinaciones de los átomos que figuran en la tabla periódica de elementos, la cual seguramente recordamos de nuestras clases de química en la educación básica, aunque memorizarla haya sido un desafío en su momento.

En la vastedad del Universo, más allá de nuestro sistema solar, se encuentran innumerables galaxias, cada una compuesta por estrellas, y en torno a estas estrellas giran planetas o mundos con una diversidad de características. Esto nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿De qué está hecho el universo? Mientras que nuestro sistema solar, así como las estrellas y los planetas, están compuestos por átomos, el universo en su conjunto está formado por otros elementos, como la materia y la energía oscuras. Aunque los científicos han recopilado datos fundamentales sobre estos componentes, aún no disponemos de referencias científicas precisas que puedan proporcionar una respuesta exacta.

En el panorama general de la composición y clasificación del Universo, los porcentajes mencionados invitan a una reflexión profunda. En primer lugar, se destaca que los átomos constituyen el 4.5 por ciento, la materia oscura el 22.5 por ciento y la energía oscura el 73 por ciento. Es crucial notar que dentro del 4.5 por ciento de átomos, solo el 0.5 por ciento contribuye a la formación de estrellas, planetas o seres vivos; mientras que el restante 4 por ciento se encuentra en un estado demasiado gaseoso y caliente para propiciar la formación de estos cuerpos celestes.

Por ello, considero de suma importancia la misión de lanzamiento del Telescopio Espacial Nancy Grace Roman, ya que permitirá a los astrónomos observar con mayor detalle los espacios entre los grupos de estrellas, lo que podría revelar información valiosa sobre la materia oscura. Una de las candidatas más cercanas para explorar en este sentido es nuestra galaxia vecina, Andrómeda.

¿Y cómo llevará a cabo su labor el gran Telescopio Roman? En el Universo existen regiones donde las corrientes de cúmulos de estrellas que orbitan alrededor de las galaxias se asemejan a “cintas ondeantes en el cosmos”. Estos cúmulos, formados por agrupaciones de estrellas, ofrecen valiosa información sobre la formación y evolución de las galaxias. Por ejemplo, la galaxia Andrómeda puede tener un ancho de 300,000 años luz. En este escenario, el Telescopio Roman podría explorar por primera vez las corrientes estelares que podrían revelar aspectos cruciales sobre la producción de imágenes doscientos veces más amplias y con mayor resolución que el Telescopio Espacial Hubble.

A medida que los astrónomos recopilan información sobre el origen y la naturaleza de la materia oscura, han surgido indicios de que el halo de una galaxia podría contener “subhalos” de materia oscura más pequeños. Sin embargo, en la actualidad, se desconoce si estos “subhalos” realmente existen.

Los líderes de la mencionada misión han expresado su esperanza de que la materia oscura pueda interactuar con las corrientes de cúmulos globulares, lo que potencialmente podría proporcionar nueva información sobre este enigmático fenómeno. Este avance sin duda sería una contribución significativa para el conocimiento humano.

El Universo continúa sorprendiéndome a cada momento, al igual que la capacidad humana para lograr avances tecnológicos extraordinarios que nos han permitido explorar y comprender más acerca del cosmos.

Vale la pena mencionar a Buzz Aldrin, astronauta y miembro de la misión Apolo 11, conocido por su frase “Explorar el espacio es explorar nuestra propia existencia y el futuro de la humanidad”.