El Estado abrogando cuestiones de seguridad, soberanía e independencia y por derecho, responsable del manejo de los recursos naturales se apropia de aquello que significa ingreso para el erario. Dadas las múltiples responsabilidades sociales a atender, ese ingreso debe incrementarse de manera constante para dar respuesta a las necesidades sociales de educación, vivienda, empleo decente, salud, a que, por mandato constitucional, el Estado se ve obligado y recurre como es histórico y natural a lo largo de la evolución humana, a los impuestos, bien denominados, carga impositiva. El punto, es el retorno por esa carga impositiva. Pongámoslo en el municipio de Victoria, el adeudo a la sociedad es enorme bajo amparo de impunidad
Pues el Congreso no exige Rendición de Cuentas al alcalde, no frena sus excesos en el gasto, no limita su torpe proceder, y aunque es fecha propicia para milagros, creo que el alcalde está fuera de conexión para recibir luz en su cerebro.
Cuando uno visita las ciudades de la frontera con Texas, asombra la dinámica económica; igual en la zona Tampico-Madero-Altamira, (un Monterrey chiquito), donde Jesús Nader destaca como el mejor alcalde de Tamaulipas.
Cuando se visita polos de mediano tiempo de desarrollo económico como el Bajío, es punto de referencia para analizar y recordar que, en tres décadas, Guanajuato de tener en la exportación de braceros su vía de solución a la pobreza (zapatos y piel, fresas y Salamanca, no eran suficientes para abatir la pobreza), se transformó en un polo de desarrollo regional gracias a su de mano de obra calificada que paga bien y le permite contar con industria aeronáutica.
En Tamaulipas a pesar del esfuerzo que se refleja en los polos de desarrollo norte y sur, las trabas impuestas por una burocracia centralizada, además de corrupción profundamente arraigada, limitan la gran transformación en materia económica de entidad. En su tiempo de dominio, la Confederación de Trabajadores de México bloqueó la apertura de numerosas industrias y empresas que eligieron Chihuahua como asiento de millonarias inversiones. Ahora sin CTM, a pesar del esfuerzo del gobierno del estado, Tamaulipas no logra dinamizar las oportunidades que posee para dar el brinco en el contexto nacional.
Tamaulipas no representa nada en el contexto nacional. No aporta votación copiosa, máximo interés político, bien pagado a través de inversiones y programas sociales. Las carreteras, puestas al día por Cavazos Lerma ya son obsoletas. Somos destino de miles de migrantes que en gran medida empantanan el diario vivir en la frontera e incrementan demanda de servicios básicos y de empleo. El gran dinero que se recauda anualmente por peaje de los puentes internacionales por turismo y carga, está en manos del gobierno federal; lo fuerte de la entidad, no es nuestro. Por tanto, es natural que Tamaulipas día a día batalle para crecer pues carece de fortaleza política que le abra las puertas del favoritismo con el que centralismo político opera.
La alta burocracia federal es el gran obstáculo que dificulta y encarece e impide el desempeño eficiente de buen número de las actividades económicas con el Tratado de Libre Comercio se incorporaron a la globalidad sin contar con la modificación legal que les permita ser ágiles y dinámicas para adaptarse a las nuevas exigencias, además cambiantes.
La actitud de la burocracia federal busca mantener un poder casi absoluto sobre los agentes económicos del país. Por ejemplo, puede dejar sin abasto a los hospitales bajo el argumento de que prevalece la corrupción, sin establecer estrategia y acciones de control y para sancionar a los corruptos. La ineficiencia y la ineficacia de no ser una manera de corrupción, son sancionables, e incluye al presidente.
Gobernantes y legisladores, ven a los agentes económicos privados, fuente de recursos inagotable (no importa que transfieran al pueblo consumidor el costo), no para estimular la economía, para fortalecer instrumentos de control político. Es más que evidente, es imperativo actualizar el mecanismo a través del cual se reparte a las entidades federativas los recursos captados por el erario, que dejen de ser incentivos perversos para mantener el atraso social pues en lugar de estimular el cambio, perpetúa el actual estado de cosas.
Un mecanismo sensato fortalece las entidades exitosas para que los interesados en mejorar que viven en lugares que dependen del recurso federal y mantiene clientes electorales, migren a laborar a las exitosas.