Hace décadas las autoridades sanitarias internacionales esperaban el surgimiento de una pandemia viral, con afectación respiratoria y con origen en China. Caídas históricas para la bolsa por la crisis del coronavirus. A la crisis sanitaria se suma una crisis económica. Los Gobiernos tienen que decidir en cuál se centran y no podrán frenar las dos a la vez.
El S&P 500, un tercio de la capitalización bursátil mundial, ha tenido su quinta mayor caída en bolsa (11,5%) desde la 2ª Guerra Mundial. El MSCI World cayó 11,12%. Es pérdida de 10 billones de dólares en cuentas de los inversores, es la suma del PIB de Alemania, Reino Unido, Francia y España.
La bolsa china cayó, pero su efecto apenas se notó en las bolsas occidentales hasta que sonaron las alarmas, tras conocerse que el coronavirus se había propagado a Italia. En Corea del Sur la cifra se acercaba a los mil infectados, confirmándose la facilidad para crecer de este virus. El lunes, al abrir los mercados se produjeron caídas de más del 4% en los índices mundiales para seguir día tras día.
Esta enfermedad no parece especialmente grave. Se comporta similar a la gripe común: la mayoría de los casos son leves, no requieren hospitalización. Entonces, ¿por qué caen las bolsas? Las bolsas son un indicador adelantado de la economía, tratan de predecir el comportamiento de la actividad económica. En estos momentos nos enfrentamos a dos crisis, salud y económica, y no se sabe cómo se van a desarrollar. Esto produce lo que menos le gusta a la Bolsa: incertidumbre, las caídas se producen por miedo a lo desconocido.
La crisis del coronavirus es doble. La sanitaria desemboca en una económica. Su alta capacidad de contagio es lo que pone en vilo a los Gobiernos. Para evitar su propagación, se establecen cuarentenas y se restringen eventos. Gran parte de la población de China lleva dos semanas trabajando a medio gas. Provoca que la economía China se paralice. La producción manufacturera es 35.7, el más bajo de la historia, por la paralización del principal motor de crecimiento económico mundial.
A diferencia de la crisis sanitaria de China, producida por el SARS, ahora tiene una importancia económica 4 veces más grande. Hace 25 años el PIB de la eurozona era 10 veces más grande que el chino; el año pasado, China superó a la eurozona. La afectación de la economía china golpea por su relevancia y ser primer exportador mundial. Muchos productos intermedios fabricados en china para producir otros productos en Europa y América dejan de llegar.
Mientras la pandemia se expande con más de mil casos en Italia y 3 mil en Corea del Sur, en China, se dan casos de personas que, recuperadas se vuelven a infectar. La expansión del virus provoca más medidas para tratar de detener su expansión. Cancelaciones de vuelos, restricciones de tráfico aéreo y cancelación de eventos. Francia canceló los eventos a los que concurran más de 5 mil personas, Suiza, los que acudan más de mil. Tanta restricción frena la economía que tenía a Francia, Alemania e Italia al borde de la recesión, incluso Estados Unidos pueda entrar en recesión, uno de los mayores temores de la bolsa. Que el gigante americano entre en recesión.
El Gobierno de Hong Kong realiza lo que se conoce como helicóptero de dinero, envía directamente un sobre con dinero a cada familia hongkonesa. Italia creó un paquete de medidas urgentes de estímulo en las regiones más afectadas por el coronavirus. Lo que no sabemos es si estas medidas tendrán el efecto deseado en la economía. La crisis económica es una crisis de reducción de oferta, se deja de producir porque menos gente acude al trabajo como medida preventiva.
Medidas para estimular el gasto no tienen mucho que hacer con la falta de oferta. Si la oferta se reduce y el gasto se estimula, la consecuencia es aumento del nivel de precios. Esto no quiere decir que no tenga sentido aplicar estos estímulos, sirve para aliviar la tensión económica, pero no va a atajar la crisis económica. A la Bolsa le gusta las medidas de estímulo, son inyección de liquidez en el mercado que lleva a los mercados al alza. Una vez amaine la crisis sanitaria o se tome pandemia aceptada, los estímulos económicos seguirán para impulsar la economía.
Se considera que, de seguir este ritmo de expansión, el coronavirus afectaría al 70% de la población mundial. Los Gobiernos están ante la tesitura de frenar la crisis económica o frenar la crisis sanitaria. Para eso tienen que evaluar la peligrosidad de esta variación de gripe. La crisis de salud es prioritaria a la crisis económica por el desconocimiento de cómo funciona esta gripe y porque no hay vacuna para ella. Si para atajarla los gobiernos han de sacrificar actividad económica, lo van a hacer.

La espera de 20 años, acabó, llegó la pandemia
Hace décadas las autoridades sanitarias internacionales esperaban el surgimiento de una pandemia viral, con afectación respiratoria y con origen en China