Escribo esto después de comprobar que la narrativa de miedo en esta elección, sembrada por la oposición extraviada, les resultó contraproducente, pues la gente salió con mayor intención de defender el proceso electoral, logrando el hito de elegir a la primer mujer Presidente de México en toda su historia.

Esto es lo relevante, la democracia en México se fortalece con este ejercicio, y el INE sale avante al recibir el respaldo ciudadano para lograr un proceso confiable.

Se cayeron varios mitos, primero el de que si salía a votar más del 60% la oposición ganaría, quedó claro que eso ya no es válido, y, por otro lado, quedó demostrado que las narrativas basadas en “Fake News” no funcionan para convencer al electorado, al contrario, la victimización del gobierno en turno, provoca que salgan a votar en respaldo de quienes son atacados. Queda claro quien promueve la polarización y ellos la oposición extraviada, tendrá que buscar nuevas estrategias para conseguir votos.

Durante todo este proceso se bombardeó a la población con la narrativa de que este era el proceso más violento de la historia y los integrantes de la oposición extraviada se lo creyeron, por ellos creo que debemos recordar el anterior proceso electoral, el del 2017-2018.

Para ello recurriremos al Internet, ya que usted puede consultar la veracidad de los datos con un solo “click” desde su teléfono inteligente.

Para ello consultamos la siguiente página web: https://www.casede.org/index.php/biblioteca-casede-2-0/atlas-2020/720-la-violencia-politica-en-el-proceso-electoral-2017-2018/file  Artículo titulado “La violencia política en el proceso electoral 2017-2018 de Rubén Salazar y Asael Nuche.

En el mismo se asienta lo siguiente. “Proceso electoral 2017-2018: el más violento de los últimos cien años.  Para la Organización de Estados Americanos (OEA), las elecciones de México en 2018 “se presentaron como uno de los ciclos electorales más violentos en la historia reciente de toda la región”.3 De acuerdo con el Indicador de Violencia Política de Etellekt, durante todo el proceso electoral 2017-2018, entre el 8 de septiembre de 2017 y el 1 de julio de 2018, en las 32 entidades federativas y al menos en 440 municipios del país, se perpetraron 774 agresiones (conductas delictivas del fuero común), que dejaron un saldo de 152 asesinatos de actores políticos (funcionarios electos, dirigentes y militantes de partidos, precandidatos y candidatos). En lo que respecta a la cifra de homicidios dolosos, perdieron la vida en igual número de atentados, 28 precandidatos y 20 candidatos (48 aspirantes en total). De estos 48 aspirantes, siete eran mujeres y 41 hombres.4 Nuestro registro de información arrojó 278 intimidaciones y amenazas; 152 homicidios dolosos; 125 lesiones dolosas; 64 tentativas de homicidio; 59 atentados contra familiares; 38 asaltos; 31 secuestros, y 27 lesiones dolosas con arma de fuego. El número de candidatas y candidatos a puestos de elección que fueron asesinados en las elecciones de 2018 no tiene comparación con ninguna de las elecciones realizadas en México desde el final de la revolución. Desde entonces, la violencia política se había presentado en cada uno de los procesos electorales como un instrumento represivo del régimen de partido hegemónico en el poder, a saber, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), anteriormente Partido Nacional Revolucionario (PNR: 1929-1938) y Partido de la Revolución Mexicana (PRM: 1938- 1946), frente a sus opositores externos e internos.”

El documento completo ahí está, solo hay que hacer “click” para convencerse de la seriedad del estudio, el resto y la narrativa sembrada este año, puesto usted y todos los mexicanos la vimos diariamente plasmada en letras vía WhatsApp y ahora sabemos que todo fue una narrativa creada para sembrar miedo, angustia y sobre todo aversión al régimen en el poder.

Lo que no descubre el agua lo descubre el tiempo.

¿Qué viene ahora? Bueno pues ya todos nos dimos cuenta de que Xóchitl reconoció la derrota el mismo domingo, pero seguramente Claudio X le llamó la atención, para posteriormente cambiar su discurso y exponer ahora su voluntad de impugnar la elección, elección que ganó solo en un estado de la República Mexicana, Aguascalientes.

En la siembra de narrativas si sigue Claudio X al frente, ya se vislumbra la caída de la bolsa mexicana, la fuga de capitales y el éxodo de los que no pueden vivir siendo gobernador por “Nacos”, porque no tardará el dólar en llegar a 35 pesos y porque nadie quiere convertirse en un asno izquierdista.

Le faltarán al respeto a la sociedad, cuestionando el trabajo de los funcionarios de casillas del INE, seguirán intentando manipular la opinión y en ello llevarán su derrota anunciada, pues todas sus narrativas son tan falsas, como esa de que esta fue, en la historia de México, LA ELECCIÓN MAS VIOLENTA