Sabía que en mi trabajo me tenían por ser un médico que consulta lento, en una ocasión, la recepcionista me exhorto a “meterle turbo” porque había mucha consulta, y según ella yo iba muy despacio en comparación con los otros médicos; sin tratar de justificarme, le respondí que no todos los pacientes acudían a consulta por el mismo motivo, pero ella se negó a escucharme; de antemano sabía que no tenía por qué darle explicaciones, pero ella asumió que tenía autoridad sobre mí y adoptó una conducta que a mi juicio estaba totalmente fuera de contexto, empezó a presionarme y busqué la forma de mostrar mi inconformidad dirigiéndome al director de la unidad, y después de explicarle el motivo de mi tardanza con algunos de los pacientes, pareció comprenderme y me prometió que hablaría con la recepcionista; pero continuaron las presiones y siempre la premisa de donde partía su argumento era que debido a mi lentitud no llevaba el mismo ritmo que los demás compañeros y eso se podía traducir en menor productividad, de todas formas ella buscaba la manera de que completara el mismo número de pacientes que mis compañeros, empecé a notar que los pacientes que me enviaba pertenecían a otros consultorios y comprobando que sus médicos se encontraban libres y aún dentro del horario de consulta le hice la observación, pero la respuesta fue la misma: se los envío para que lleve la misma cantidad de pacientes que sus compañeros; lógicamente los pacientes provenientes de otros consultorios se preguntaban por qué los habían enviado conmigo, si su médico estaba libre de consulta, les dije que le preguntaran a la recepcionista a lo que ella les decía que su médico ya había terminado con el número de fichas que le correspondían; de nuevo me dirigí a la dirección para informar si estaba en conocimiento de esa medida, el director comentó que no se podían rechazar a los pacientes, pero que si sus médicos estaban dentro de su horario y los pacientes les correspondían, tendrían cada quien que atenderlos, ya que el cambo les causaba molestias a los pacientes; como se sigue dando el mismo fenómeno, deje de insistir, pero no he variado mi manera de atender con apego a la norma oficial y cuando un paciente requiere más tiempo para atender su demanda de salud, dentro de la ética, se lo otorgo sin lesionar los derechos, también de los otros usuarios; los pacientes tienen el derecho de recibir una atención de calidad, mucho más ahora que existen tantas carencias para cumplir con los indicadores de calidad establecidos por el sistema.
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