– Susana Prieto, quiere sus “Chrismas”
– Movimiento ‘20-32’ un gran negocio
– AMLO y el pasado de Manuel Barlett
– ¿Bastará con sacar ‘pañuelito blanco’?
No es por intrigar, pero “se pasa de lanza”, la abogada SUSANA PRIETO TERRAZAS, cobrando a precio de oro sus honorarios por ‘asesorar’ a los trabajadores y obreros de Matamoros, cuando ni siquiera les brinda un servicio de calidad.
A un grupo de 400 trabajadores que fueron despedidos de la empresa “T.P.I.”, por ‘litigarles’ el pago de su Bono de 32 mil pesos, Prieto Terrazas les cobró una muy buena ‘lana’, amparada en un Poder escrito que les hizo firmar previamente.
De un total de 8 millones de pesos que erogó la empresa en mención para cubrir ese concepto, doña Susana se habría embolsado la nada despreciable suma de 2 millones 400 mil pesos.
Esta abogada quiere hacerse pasar como ‘la buena samaritana’, pero lo cierto es que está haciendo el negocio de su vida, ‘solucionando’ problemas que ella misma se encarga de generar.
En fecha reciente, Prieto Terrazas hizo patente su desconocimiento de Ley Laboral, al ‘presentar’ ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en el Estado con sede en Ciudad Victoria, 646 renuncias al Sindicato Industrial de Trabajadores en Plantas Maquiladoras y Ensambladoras (SITPME), correspondientes a 8 empresas, las cuales le fueron rechazadas, por no ser la JLCyA la instancia adecuada.
¿Será posible que Susana Prieto ignore algo tan básico, en este caso, lo que es un Procedimiento Paraprocesal?
En la propia JLCyA, se le dijo, que lo correcto, es que los trabajadores deben hacer sus renuncias directamente ante su Sindicato, y posteriormente informárselo a la empresa.
Tan sencillo como que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje no recibió los 646 Avisos de Renuncia que interpuso el Despacho de Susana Prieto, por tratarse de actos entre particulares. Se trata de decisiones personales de los trabajadores, que ellos mismos deben hacerle saber a su Sindicato, en este caso el SITPME.
Como se podrá notar, Prieto Terrazas, con el afán de que los obreros de Matamoros se adhieran a su Sindicato, el del llamado “Movimiento 20-32”, ni siquiera asesora correctamente a lo obreros para efectos de su desincorporación al SITPME, o “el sindicato de Mendoza”, como ella le llama.
Ella todo lo quiere arreglar por Facebook. Para ‘inconformarse’ por las 646 renuncias que no le fueron admitidas en la JLCyA, publicó un video, en el que culpa al PRI al PAN de “la extorsión que hacen a las empresas, pero eso no se sabe, porque manipulan a la prensa, porque la pagan a mucha gente”.
Y sobre la persona del sexo femenino que atendió lo de las 646 fallidas renuncias en la Junta, comenta Prieto Terrazas: “Los varones desde dentro de su oficina, a puerta cerrada, atrás de su escritorio, utilizan a una mujer, a las mujeres siempre hay que chingarnos, eso me molesta mucho. Agarran a una pendeja funcionaria, para que salga a dar la cara, a decir estupideces sin justificación alguna”.
Dice una frase coloquial: “Cuando el panadero es malo, le echa la culpa a la harina”. ¿La recuerdan?
Solo nos queda espacio para retomar algunos fragmentos del libro “Entre la historia y la Esperanza”, publicado en 1995, cuyo autor es el ahora Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR. He aquí una parte del capítulo “El Imperio de la Corrupción”:
“A partir de la irrupción petrolera, en cada sexenio se construían de nuevo los parques, las banquetas y los principales espacios públicos Parecía que los gobernantes estaban poseídos de un desaforado afán de destruir, construir, volver a destruir para volver a construir. Desde luego, en esto también tiene que ver el hecho de que todos han querido dejar un sello imperecedero con alguna “obra magna”.
“Durante el gobierno de Mario Trujillo García (1970-1976), comenzaron los negocios de la urbanización de Villahermosa. Por ejemplo, cuando se proyectó la construcción del periférico, una elevada proporción de los terrenos baldíos comprendidos en el nuevo trazo de la ciudad, pasaron a ser propiedad de los más encumbrados funcionarios públicos”.
“En ese sexenio, por hablar sólo de un negocio, los terrenos de Manuel Bartlett Díaz, que había heredado de su padre, Manuel Bartlett Bautista, fueron urbanizados de una peculiar manera Bartlett hijo se asoció con el yerno de Trujillo, Ignacio Cobos, y ambos acordaron que éste se encargaría de introducir todos los servicios públicos (pavimento, agua, drenaje y energía eléctrica) y una vez concluido el trabajo se dividirían por mitad el nuevo fraccionamiento residencial Framboyanes. Así ocurrió, pero claro está que todas las obras de infraestructura se hicieron con cargo al erario”.
Y ahora, AMLO defiende la ‘honestidad’ de Barlett ‘a capa y espada’. ¿Why?.
CONTRAFUEGO: ‘Santificado’ sea tu pasado.
Hasta la próxima.