El añejo problema mundial del uso excesivo de antibióticos resurge a pesar de que en México se requiere receta médica para su venta, así que el uso no razonado de antibióticos recae en el profesional médico.

Ignorancia para establecer el diagnóstico, impotencia ante la evolución natural de un proceso viral al que se prescribe antibiótico para evitar que bacterias aprovechen la debilidad de un organismo, la presión de paciente y familia para “protegerse” con antibiótico a pesar de un posible daño mayor, son miedos que el médico debe ser capaz de combatir y ser firme en su proceso de diagnóstico y de tratamiento.

El impacto de la pandemia de covid-19 en México elevó entre 20 y 30% la resistencia a los antimicrobianos (RAM), a lo que se suma su uso excesivo e innecesario en particular para tratar infecciones respiratorias agudas. El doctor Samuel Ponce de León, coordinador de PUCRA (Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana), enfatizó que “si se desea reducir la RAM en México y el mundo, la receta es usar menos antibióticos”. De los 50 millones de recetas que se emiten en el país por año para tratar padecimientos respiratorios, 95% son innecesarias pues incluyen antibióticos.

El Programa de Investigación “Riesgos Epidemiológicos” cita que el mayor uso de antibióticos “no es por atención médica, sino en la ganadería para producir carne lo cual debe ser regulado por autoridades competentes. Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor en la Facultad de Medicina (UNAM), destacó que entre las acciones para reducir el riesgo de RAM está “usar medicamentos que hace años se dejaron por considerar que era mejor usar los de nueva generación, cuando su uso sigue siendo útil para atender a los pacientes, como ocurre con la penicilina”.

Este tsunami silencioso ocasiona en el mundo más de un millón de decesos directos cada año y 5 millones con complicaciones por la RAM. Alertó sobre la capacidad de las bacterias para realizar mutaciones que permiten evadir la respuesta de los antibióticos, lo que afecta a la población, los animales y el medio ambiente.

El PUCRA llamó a evitar el uso inadecuado de los antibióticos y auto recetarse, y dejar inconcluso el tratamiento pues existen bacterias resistentes a todo antibiótico. Por ello, en México se impulsan programas de optimización de antibióticos y el desarrollo de guías de uso para los médicos, quienes deben ser capacitados, en particular los de primer contacto, para no caer en su uso excesivo e innecesario, en particular para atender padecimientos no causados por bacterias, como ocurre con gripes y resfriados.